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Teresa Ribera Rodríguez

Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

4 de junio de 2020

Intervención

Muchas gracias, señorías. Buenas tardes. Da la casualidad de que este día en el que comparezco, y aprovecho para agradecer muy sinceramente la invitación, es la víspera del Día Mundial del Medioambiente. El secretario general de Naciones Unidas nos recuerda con frecuencia que estamos cerca del colapso del delicado equilibrio ambiental, pérdida de biodiversidad masiva, que nos acerca a la sexta extinción masiva de especies, riesgo climático, amenazas serias para nuestra economía y nuestra seguridad. Por ello, la posibilidad de recuperar el bienestar social y económico nos proporciona una extraordinaria oportunidad de corregir los desequilibrios y sentar las bases de un desarrollo sólido e inclusivo.

Así que me resulta particularmente gratificante poder contribuir con algunas reflexiones a sus trabajos, porque es verdad que hemos superado lo más duro de una pandemia terrible, aunque todavía manejemos incertidumbres y nos quede un camino arduo, pero encaramos la fase de recuperación, y lo hacemos, creo, con la voluntad, con la vocación de construir juntos, algo que es importante, es fundamental, porque si afrontamos unidos esta situación difícil, lo haremos con más fortaleza, con más solvencia y con más probabilidad de éxito. Lo que la sociedad espera y merece es diálogo constructivo y propuestas de presente con futuro. Creo que es un homenaje que les debemos a todas las personas fallecidas y a sus seres queridos. Así que mis primeras palabras, junto con ese minuto de silencio, quiero que sean también una muestra de afecto y recuerdo para todas las personas fallecidas, sus familiares y también, obviamente, para quienes aún están batallando contra el virus, y un agradecimiento emocionado al conjunto de la sociedad, cuya responsabilidad ha sido clave para superar los peores momentos.

Pero ahora que encaramos juntos la recuperación del país, es una buena ocasión para preguntarnos qué queremos reconstruir, qué queremos reconducir y qué bases debemos sentar para fortalecer nuestras oportunidades de progreso. Algunas de las pautas de salida de la crisis son claras y yo diría que generan un alto nivel de consenso. Hemos de procurar una recuperación rápida, apoyarnos en sectores con tracción económica y potencial de generación de empleo en el corto plazo, reducir nuestra vulnerabilidad frente a la exterior, fortaleciendo resiliencia y solidaridad, y construir las bases de un futuro sostenible con las personas en el centro de nuestra atención y respetando los límites ambientales. Por ello es por lo que pienso que el foco más importante, el centro más relevante en la recuperación debe situar a los jóvenes en nuestro punto de mira. El Banco de España publicaba hace unos días unas proyecciones inquietantes respecto a las perspectivas laborales de la población más joven, la que se está formando hoy, y es nuestra responsabilidad reconstruir un país ofreciendo oportunidades y minimizando la acumulación de hipotecas. Debemos, eso sí, remar todos en la misma dirección: coherencia de políticas públicas y marcos regulatorios que propicien inversiones solventes, ser cautos con nuestras apuestas y acompañar la transformación de sectores que hasta ahora han sido críticos, clave, y que probablemente dejen de serlo.

Esta misma mañana Carbon Tracker, quizá uno de los referentes más importantes con respecto a los niveles de riesgo para la economía fósil, del modelo anterior, indicaba que es muy probable que el pico de la demanda mundial de petróleo y otros activos relacionados haya quedado atrás. Probablemente el mundo que conocemos ha cambiado de forma muy importante y esta crisis del coronavirus ha contribuido a acelerar ese cambio. Por todo ello, debemos ser prudentes y evitar perder recursos y tiempo en reformas contracorriente que promuevan retrocesos y nos embarquen en espejismos de bonanza de corto recorrido y alto coste ambiental. Debemos ser cautos también cuando desde el Parlamento, desde el Gobierno nacional o desde los autonómicos impulsamos reformas que reducen, en aras a una mayor agilidad de la recuperación, cautelas ambientales que van a ser críticas y se volverán en nuestra contra. De cara al futuro necesitamos apuestas claras e inteligentes, una recuperación verde e inclusiva que asegure una inversión responsable y sólida; una recuperación verde, inclusiva y de mirada larga como la que nos propone el marco de recuperación europeo. El pasado 27 de mayo la Comisión presentaba una propuesta que titulaba Reparar Europa y prepararla para la siguiente generación, que refleja bien el reto que tenemos por delante e invita a los Estados miembros a mantener una mirada de largo alcance en sus planes de inversión. Es un paquete europeo, evidentemente, pendiente de aprobación por el Consejo, que incluye una facilidad de recuperación y resiliencia para activar reformas hacia la sostenibilidad; un paquete amplio de instrumentos para apoyar medidas de cohesión, transición justa o salud global, y un instrumento de apoyo a la solvencia para movilizar inversión privada hacia la Agenda Verde. El plan europeo lanza señales inequívocas para propiciar una recuperación verde. Es una agenda marcada por el cumplimiento de compromisos climáticos y la reconstrucción del motor de la economía europea, con digitalización, modernización industrial y resiliencia de infraestructuras.

Los Planes Nacionales de Energía y Clima son considerados hojas de ruta para guiar un desarrollo seguro y herramientas fundamentales para movilizar inversión. España cuenta ya con un mapa acertado. Hemos remitido a Bruselas la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, trasladado al Parlamento, al Congreso de los Diputados, para su análisis, señorías, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la Ley de Residuos, y hemos aprobado la Estrategia de Economía Circular y presentado el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.

La transición está en marcha, no queda aquí, hay muchas medidas todavía por impulsar, pero cuenta ya con referencias importantes para activar una recuperación segura y solidaria. Es importante encarar la recuperación con audacia, teniendo presentes cuáles son nuestros activos, porque son muchos y valiosos. Tenemos una sociedad comprometida, una juventud ambiciosa y preparada, un tejido empresarial que está impulsando desarrollo tecnológico e innovación en procesos. Tenemos unas condiciones geográficas que nos dotan de un capital natural excepcional. Somos uno de los países mejor situados para acelerar la transición ecológica. Hemos entendido la importancia de incorporar la inclusión social y la solidaridad en cualquier plan de recuperación o transformación, aquello que conocemos como transición justa. Y es preciso ahora reforzar los marcos de colaboración entre administraciones públicas, entre grupos políticos, entre sectores públicos y privados, para impulsar el desarrollo tecnológico industrial, los nuevos modelos de negocio, las nuevas cualificaciones y competencias profesionales y las medidas que permitan atraer talento y movilizar inversiones.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima español prevé la movilización de más de 240 000 millones de inversión. El contexto de reconstrucción exige identificar las líneas con mayor efecto tractor, decía antes, tanto sobre el empleo y la economía como en la capacidad de incidir en la atracción de inversión externa. Para su puesta en marcha podemos pensar en algunas líneas especialmente importantes, por ejemplo, la movilidad sostenible y la electrificación del transporte, que implica oportunidades para reforzar la innovación y el valor añadido industrial en una cadena que ya existe en España, tanto en bienes de equipo como en infraestructuras de recarga, componentes y distintos tipos de vehículos para cada uno de los tramos en los que existe demanda. A la vez, mejora la calidad del aire de nuestras ciudades, se repiensa la movilidad urbana, se repiensa la gestión del espacio público y se generan ciudades más habitables, más saludables.

La rehabilitación urbana, la electrificación de los usos energéticos que propicia la digitalización en sector servicios, aislamiento y gestión térmica residencial, rehabilitación energética de viviendas, propicia empleo y actividad económica, mejora de salud e impacto social positivo, particularmente cuando las actuaciones tienen lugar en zonas deprimidas, en barrios periféricos. El impulso de la eficiencia genera además sinergias con la lucha contra la pobreza energética, la promoción de la competitividad, la digitalización de la economía y el despliegue de renovables, una agenda de cambios en entornos urbanos que además ofrecen oportunidades atractivas siempre que se diseñen servicios financieros actualizados que faciliten y hagan accesibles inversiones necesarias en el corto y en el medio plazo. Tenemos al alcance de la mano mejoras tangibles importantes, con un despliegue de la renovación de instalaciones térmicas, instalaciones de autoconsumo y protección de viviendas vulnerables que constituye una apuesta con eficacia probada.

La Agencia Internacional de la Energía ha destacado el estímulo económico que supuso la rehabilitación energética de edificios para la salida de la crisis de 2008 en Estados Unidos. En poco menos de tres años se movilizó una inversión de más de 11 000 millones de dólares, priorizando la rehabilitación de vivienda, edificios públicos y empresas, una iniciativa enormemente rentable en términos de ahorro energético y de generación de empleo; una iniciativa que se parece a aquella que la Comisión Europea ha anunciado para el mes de septiembre, el lanzamiento de la renovation web, que implica oportunidades de financiación a gran escala para la rehabilitación energética de las ciudades europeas. Nuestro parque construido también se lo merece, no podemos perder esta oportunidad, por lo que ultimamos la estrategia de rehabilitación a largo plazo como uno de los elementos más importantes para activar empleo local y mejora de la calidad de vida en nuestras ciudades.

El despliegue de las energías renovables es otra de las grandes apuestas, más competitivas y asequibles, más democráticas y escalables. Este sector constituye un eje destacado en la Agenda Europea de la Reconstrucción; genera, eso sí, nuevos desafíos para el correcto funcionamiento de las redes de transiciones y distribución, el mercado eléctrico o el diseño de modelos de negocio. El despliegue de renovables requiere un marco habilitante, una regulación estable que tras la de confianza sostenga la demanda y atraiga la inversión privada generando empleo. El nuevo horizonte de subastas de renovables y un plan con objetivos a corto, medio y largo plazo propulsarán estas inversiones.

Las empresas españolas son punteras en toda la cadena de valor de la energía eólica, de la electrónica de potencia y de los bienes de equipo para renovables y representa un aparte importante de la cadena de valor para la generación mediante tecnologías solares fotovoltaica y termosolar. Aún podemos reforzar nuestro liderazgo en renovables y al tiempo generar empleo estable y reducir la factura eléctrica para familias y empresas; pero, además de los planes sectoriales, que pueden ofrecer retorno económico y empleo en el corto plazo, tendremos que dedicar esfuerzos para el desarrollo de capacidades en ejes estratégicos que lo seguirán siendo en el medio y en el largo, de nuevo, bienes de equipo para las renovables por venir, digitalización de sistemas energéticos y redes, almacenamiento de energía, hidrógeno renovable, eólica marina y energías del mar. Son todos ellos ámbitos de actuación que permiten posicionarnos como país, reforzar cadenas de valor industrial y mejorar nuestra competitividad ante la demanda creciente de los mercados europeo y global en este campo.

En paralelo, la transformación de la economía del modelo lineal a uno circular permitirá avanzar hacia un sistema de producción y consumo que mejore la eficiencia en el uso de los recursos y minimice la generación de residuos. Es necesario introducir la circularidad en sectores prioritarios, como la construcción y sus residuos, el agroalimentario, pesquero y forestal, el industrial, los bienes de consumo general, el turismo o el textil y la confección, sectores críticos de nuestra economía donde todavía existe un gran potencial.

La Estrategia de Economía Circular que acabamos de aprobar busca reducir un 30 % el consumo de materiales y un 15 % la generación de residuos, incrementando la reutilización y mitigando las emisiones de este sector. Para ello, necesitamos un impulso a la innovación, mediante nuevas tecnologías, procesos, materiales, servicios y modelos empresariales, así como el cambio en los hábitos de comportamiento de nuestros consumidores. Si queremos tener éxito, liberar recursos, mejorar nuestros patrones de producción y consumo, tenemos inmensas oportunidades en este ámbito, con un sector industrial enormemente motivado.

Necesitamos una recuperación verde y azul, la conservación de la biodiversidad y el cuidado de los hábitats expresan un compromiso ético con generaciones futuras, pero expresan también una inversión cuya rentabilidad se traduce en términos de resiliencia, protección de la salud, bienestar de los ciudadanos y seguridad económica, mitigando los riesgos y costes que supondrían nuevas amenazas no previstas.

Para proteger nuestro capital natural debemos trabajar en el desarrollo de regulación y vigilancia sobre el uso de los recursos naturales, pero también debemos hacerlo mano a mano con sectores críticos, que viven de y con estos recursos, agricultura, sector forestal, sector turístico, compatibilizando su actividad con la salud de nuestros ecosistemas. La agricultura sostenible debe contribuir a la recuperación económica, constituye un vector fundamental de crecimiento en el ámbito rural, contribuye a la lucha contra el cambio climático, contra la despoblación y aporta vertebración territorial. El sector agrícola acaba de demostrar su relevancia estratégica para la resiliencia del sistema y el bienestar de nuestros compatriotas. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, todavía guardamos en la retina ejemplos de aquello que debemos corregir, en algunos casos tan sobrecogedores, de sobreexplotación, que llevan al agotamiento del ecosistema, como el paradigmático del Mar Menor. En su lugar cabe impulsar y aprovechar la demanda creciente de producción agrícola sostenible. Con ello se propician sistemas agroalimentarios solventes en el tiempo, justos desde el punto de vista social, resilientes desde el punto de vista ambiental y económico, se impulsan apuestas por la producción agroecológica, respetuosa con el medio y adaptada a las nuevas condiciones del clima. De nuevo, España tiene aquí mucho que ofrecer y mucho que ganar. La transformación del sistema agroalimentario puede capitalizar ventajas asociadas en la reducción de la huella ambiental y climática, elevar el valor añadido y la competitividad del sector y promover la orientación al mercado de las producciones. Es la dinámica positiva que la recién aprobada Estrategia Europea de la Huerta a la Mesa busca promover entre las prioridades del Pacto Verde Europeo.

La restauración ecológica y la apuesta por las infraestructuras verdes nos permiten vislumbrar un potencial importante de generación de empleo, reforzando el tejido social en el medio rural. La crisis sanitaria ha subrayado también la vulnerabilidad de la España mal llamada despoblada, territorios de nuestro país con un tejido socioeconómico fragilizado que necesitan atención. Hemos vivido demasiado tiempo de espaldas al medio rural, de forma insolidaria, sin entender el indisoluble vínculo que existe entre lo urbano y lo rural. La recuperación debe alcanzar también lo local y contribuir a contrarrestar ese proceso, fomentando cohesión y equilibrios territoriales a través del refuerzo de la prestación de servicios de salud, protección social y economía de los cuidados, que ponga a las personas primero, a través de iniciativas de valorización de recursos del territorio, inversiones con múltiples cobeneficios si combinamos la diversificación de fuentes de ingreso con el cuidado de ecosistemas críticos. Debemos aplicar enfoques que valoricen el mantenimiento del entorno y ofrezcan pagos por servicios ambientales a la población que ejerce esa custodia del territorio. La Agenda del Reto Demográfico debe asentar un proyecto de país que fomente como derecho la plena conectividad digital y la movilidad sostenible, que impulse la recuperación turística con cuidado, que impulse la recuperación comercial o la diversificación económica, atrayendo talento, fijando población y propiciando el cuidado y uso sostenible de nuestro entorno.

El turismo sostenible, impulsado por la valorización de espacios emblemáticos con enorme potencial, pertenecientes a la Red Natura 2000, parques nacionales o reservas de la biosfera, es una apuesta prometedora para abordar estos desafíos asociados al reto demográfico en un contexto de previsible reactivación del turismo nacional hacia zonas de interior y el turismo de naturaleza. Combina bien con la necesidad de potenciar el papel fundamental de los bosques, con una gestión forestal acertada. El bosque genera actividad económica, ofrece empleo en zonas escasamente pobladas y proporciona recursos que diversifican las fuentes de ingreso: biomasa para renovables, silvicultura, biodiversidad, productos de proximidad. Un bosque saludable contribuye, además, a la mitigación del cambio climático y a la adaptación basada en ecosistemas.

Piensen que la Estrategia de Biodiversidad para 2030 que la Unión Europea acaba de aprobar y la próxima Estrategia Forestal se ven respaldadas por el Plan de Reconstrucción Europeo con un paquete vinculado a capital natural, que en principio asciende a más de 10 000 millones de euros. Para un foco de biodiversidad en Europa como representa España, la apuesta europea permitirá redoblar la ambición y la financiación en una recuperación verde, basada en ecosistemas. La biodiversidad es también construcción de resiliencia frente a los impactos del cambio climático. La adaptación al cambio climático exige políticas activas e inversión pública y privada. España se enfrenta a riesgos climáticos y socioeconómicos graves, que se están acelerando, impacto sobre ecosistemas y sobre sectores clave de nuestra economía, como el turismo costero. La agricultura, a la que antes aludía, o el transporte, son importantes, pero también lo son ámbitos sociales tan críticos como la salud o la vivienda, las infraestructuras de nuestras ciudades o las infraestructuras energéticas. Nuestro Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático constituye un instrumento que puede inspirar orientaciones y actuaciones en diversos sectores por parte de distintos niveles de decisión. Creo que la implicación de todos en este campo nos permitirá identificar grandes campos de actuación.

Las inversiones necesarias para desarrollar herramientas de gestión del riesgo, como sistemas de alerta temprana, capacidad de observación, recalibrado de infraestructuras, para la restauración y adaptación basada en naturaleza, como los ecosistemas dunares protectores, es urgente y de gran magnitud. Su potencial económico también lo es. Pensemos, por ejemplo, en la protección del litoral ante riesgos climáticos y su incidencia estrecha, directa con la actividad turística o el bienestar de las zonas costeras, donde habita una inmensa mayoría de nuestra población. Invertir en su protección es fundamental -necesitamos estrategias integrales de la costa-, significa una apuesta de futuro en favor de la resiliencia, pero también de la resiliencia del sector turístico, trabajos directos e indirectos, fundamentales en cuanto las infraestructuras de protección estén en servicio. Cuando nos enfrentemos a la reparación de daños de la próxima tormenta, de la próxima DANA que azote nuestras costas, podremos optar por volver a parchear con infraestructuras obsoletas o inadaptadas o bien, como ha sido en esta última ocasión, en este último invierno, de forma sorprendentemente agradable, cuando muchos ha reclamado que la reparación tras el paso de Gloria debía ser apostando por inversión estratégica que anticipe riesgos, que proteja nuestros activos y nos evite costes futuros. Desde el punto de vista de la gestión pública creo que hay pocas dudas.

En un país tan dependiente del agua como España, es fundamental invertir en mejora de infraestructuras de gestión, protección de cuencas hidrográficas, interconexión de sistemas fluviales y aprovechamiento de todos los recursos disponibles, adaptándonos a escenarios climáticos futuros, intermitentes, exigentes, que apuntan al agravamiento de nuestro estrés hídrico. Urgen actuaciones que atajen los problemas de abastecimiento, urge corregir el retraso en sistemas de saneamiento y reutilización de agua, fomentando la eficiencia en el uso de un recurso escaso. La restauración y la gestión sostenible de nuestras cuencas, masas de agua y acuíferos será fundamental para sentar las bases de resiliencia, genera industria genera empleo, genera servicios; necesitamos depuración clásica, pero también depuración frente a los nuevos contaminantes, antibióticos, microplásticos, o la lucha contra la contaminación difusa que amenaza a nuestros acuíferos. De nuevo, innovación, conocimiento, ciencia y tecnología.

Señorías, España dispone de muchas palancas para capitalizar las oportunidades que representa un marco de reconstrucción verde, pero el país en su conjunto debe afrontar la recuperación con máxima responsabilidad y rigor. No hay un solo sector de actividad económica, no hay un solo responsable público y privado que no pueda plantearse preguntas y encontrar las respuestas acertadas; no es tarea de un solo Gobierno, no es tarea de ningún Gobierno en particular, sino de todos a la vez.

Dar la espalda hoy a las salidas que la inversión verde ofrece sería una gran irresponsabilidad. Lo que necesitamos es sumar esfuerzos y escalar la apuesta, el proyecto de reconstrucción implica un compromiso colectivo. Por ello, me gustaría invitar a todos desde este espacio que me ofrecen partidos políticos, inversores, empresas, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos en general a un pacto por la recuperación verde. A quienes plantean disyuntivas entre prioridades de corto plazo y proyectos de largo alcance, a quienes venden lemas irreconciliables entre desarrollo socioeconómico y sostenibilidad ambiental hay que invitarles a mirar más allá, porque en el fondo estas dicotomías son falsas, los equilibrios son posibles y los estamos construyendo ya. El corto y el largo plazo empiezan en un mismo día, hoy, pero salud, economía y medioambiente, no lo olviden, van de la mano.

Muchas gracias por estos minutos. Quedo a su disposición para que hagan sus comentarios y sus preguntas. (Aplausos).

Preguntas de los grupos parlamentarios

Tomás-Guitarte-Gimeno

Tomás Guitarte Gimeno

GP Mixto ( Teruel Existe)

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oramas

Ana María Oramas González-Moro

GP Mixto ( CC)
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Muñoz-Vidal,-María--(GCs)

María Muñoz Vidal

GP Ciudadanos
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Rego-Candamil,-Néstor--(GPlu)

Néstor Rego Candamil

GP Plural, BNG
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Baldoví-Roda,-Joan--(GPlu)

Joan Baldoví Roda

GP Plural (Compromís)
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Sabanés-Nadal,-Inés--(GPlu)

Inés Sabanés Nadal

GP Plural (Más País)
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Ferran-Bel-Accensi-(GP-Plural,-Junts)

Ferran Bel Accensi

GP Plural (Junts)

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Eritja-Ciuró,-Francesc-Xavier--(GR)

Francesc Xavier Eritja Ciuró

GP Republicano
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Jaume-Asens-Llodrà

Jaume Asens Llodrà

GP Confederal UP
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Fernández-Roca-Suárez,-Carlos-Hugo--(GVOX)

Carlos Hugo Fernández-Roca Suárez

GP Vox
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Mariscal-Anaya,-Guillermo--(GP)

Guillermo Mariscal Anaya

GP Popular
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Casares-Hontañón,-Pedro--(GS)

Pedro Casares Hontañón

GP Socialista
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Tomás Guitarte Gimeno (GP Mixto, Teruel Existe)

En primer lugar, quiero manifestar nuestra coincidencia con todo lo que ha expuesto la ministra, con todos los objetivos, que son muy interesantes y muy plausibles. Nuestra duda es si quizá no avanzaríamos más reflexionando sobre el modelo de desarrollo que estamos siguiendo, porque veo unas correcciones sobre la política actual, pero no veo un planteamiento global en el que adoptando medidas más sencillas probablemente no tuviésemos que corregir luego tantos defectos y tantos errores. Es decir, si nuestro modelo está basado prácticamente en la acumulación de recursos humanos, económicos, en grandes urbes y luego hemos de destinar otros grandes recursos a corregir el saneamiento, los residuos, la continuación que provocan esas grandes urbes, quizá fuese muchísimo más sencillo intentar replantearnos -obviamente, esto es una cuestión de educación y de formación del ciudadano- ir hacia un desarrollo mucho más equilibrado, territorialmente más disperso, que no requiriese soluciones a movilidades complejas y exacerbadas, que no requiriese soluciones a problemas sanitarios provocados por el alto grado de contaminación. Sé que es una cuestión compleja a medio y largo plazo, pero quizá también debamos caminar por ahí. En ese aspecto, por ejemplo, el tema de las energías renovables es muy importante. Los territorios que van a acoger las energías renovables deben verse beneficiados de alguna forma, porque, si no, volverán a ser otro elemento con función extractiva como en otras muchas ocasiones. Proponemos que las implantaciones de industrias de alto consumo energético se realicen en proximidad a la producción y que eso se tenga en consideración, o sea, que la electricidad sea más barata cuando te instalas cerca de donde se produce. Como decía, hay que evitar esa función extractiva de las energías renovables y debe haber un beneficio para el territorio que soporta esas implantaciones.

Termino haciendo una reflexión. El medio rural necesita un tratamiento holístico, porque no solo es el sector primario, sino también un conjunto de actividades, servicios y pequeña industria, como lo ha sido siempre. Es un error pensar que el medio rural solo es el sector primario. El sector primario es imprescindible, pero no solo es él.

Ana María Oramas González-Moro (GP Mixto, Coalición Canaria)

Señora vicepresidenta, tengo muchas cosas de las que hablar, pero, como no tengo tiempo, me voy a centrar en el tema de la economía circular. ¿Por qué? Porque somos Canarias, somos un archipiélago, vivimos del turismo; no tenemos materias primas, pero tenemos mar, tenemos sol y tenemos nuestros vientos alisios. Ya en el año 2017, la Unión Europea hablaba de la exploración del potencial de las regiones ultraperiféricas para un crecimiento azul sostenible. ¿Por qué? Porque la economía circular puede ser la gran oportunidad de diversificación de la economía canaria y de generación de empleo. El tema de los residuos en territorios isleños es distinto.

En cuanto a energía, tenemos siete sistemas insulares, pero tenemos la experiencia de Gorona del Viento. En 2014 era un sueño de Tomás Padrón y ya hace unos meses una isla estuvo veinticinco días seguidos al cien por cien con energía renovable y desalando agua. Es un proyecto que es referencia mundial, pero al final tenemos un problema, porque avanzar en esa economía azul que proponía Europa necesita una implicación, una ficha financiera y un calendario. Tenemos universidades con profesionales, tenemos el ITER, el ITC, la Agencia de Cambio Climático, solo nos faltan las políticas y la ficha financiera, y sabemos que Europa va a ir por el camino en la reconstrucción después de esta crisis.

Me centro ya en las preguntas que le voy a hacer. ¿Qué medidas prevé impulsar para esta oportunidad de la economía circular como experiencia piloto en Canarias para otras islas? ¿Cuándo va a convocar la segunda subasta de proyectos energéticos fotovoltaicos y eólicos con Fondos Feder?, porque se acaba el plazo.

En materia de aguas marinas, un tema tan importante para Canarias, solo le quiero citar en el día de hoy la frase con la que Tomás Padrón, el que fuera presidente del Cabildo, que impulsó Gorona del Viento, escribió hace unos días: Esta crisis es una oportunidad para rectificar; elijamos: o lo sostenible o lo destruible. Canarias tiene que apostar por la economía circular porque es su única capacidad de crear empleo y de ser un archipiélago sostenible, que, con un territorio frágil, tiene dos millones de ciudadanos y quince millones de turistas. Eso es una oportunidad para este país y para Europa.

María Muñoz Vidal (GP Ciudadanos)

Coincidimos en que está en marcha la transición ecológica y coincidimos también en que el objetivo en esta materia sería conquistar entre todos un pacto de reconstrucción verde en el que todos consensuáramos las medidas; un pacto de verdad, no una decisión tomada unilateralmente por el Gobierno a la que todos tengamos que adherirnos.

Quería preguntarle, a tenor de los últimos sucesos en el sector industrial, con especial acento en la pérdida de empresas y empleos claves -me estoy refiriendo al conflicto de Nissan y al de Alcoa, sector automóvil y sector siderúrgico y electrointensivo-, y dada la importancia que tienen estas competencias de su ministerio en relación con estos sectores, cómo valora estas circunstancias, a qué cree que se deben y cómo valora la posibilidad de establecer un plan nacional de la industria.

También ha señalado reiteradamente, tanto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima como en el proyecto de Ley de cambio climático, que se movilizarán 2000 millones de euros durante la presente década. Me gustaría saber cómo se va a movilizar este volumen de inversión y cómo se alentará la inversión privada, dado que se reconoce que representa la mayor parte de esta cifra. También nos gustaría saber si puede garantizar que en el cálculo no se incluye una retribución específica por encima de la que fije el mercado y que, por tanto, soportarían los consumidores. ¿Cuál es el impacto que estima sobre el empleo? ¿Sobre la base de qué cálculos se han realizado las estimaciones que pueda darnos usted?

 

Néstor Rego Candamil (GP Plural, BNG)

Señora vicepresidenta, nosotros estamos de acuerdo en la necesidad de la transición ecológica. Compartimos que el proceso de reimpulso económico tiene que hacerse a partir de criterios de sostenibilidad, pero también tiene que hacerse con justicia social. Sabe usted que en Galicia tenemos muchos frentes abiertos. ¿Qué sucede con el estatuto de la industria electrointensiva, con empresas como Alcoa? ¿Qué sucede con la transición justa en As Pontes o en Meirama?

En el poco tiempo que tengo, voy a céntrame en una cuestión que nos preocupa. En la Ley de transición ecológica, ustedes incluyen un artículo, el artículo 18, que modifica la gestión del dominio público marítimo-terrestre, no entendemos muy bien por qué. No sabemos si ustedes están pensando en actividades agresivas, por ejemplo, en el litoral mediterráneo, pero lo que sí sabemos es que no están pensando en el tipo de actividades, en general sostenibles, vinculadas a la gestión de nuestros recursos naturales, que se producen en el litoral de Galicia. Esto va a afectar de manera muy negativa a muchas de esas actividades. Además, la modificación del reglamento, en principio paralizada, entendíamos que para poder hablar y negociar previamente con el sector, ahora se retoma por la vía de esta ley. Aquí estamos hablando de actividades como depuradoras de moluscos vivos, acuicultura, empresas relacionadas con las conservas, cetáreas, etcétera. En muchos casos, el uso que hacen del dominio público marítimo-terrestre es la canalización soterrada de un tubo de captación y otro de expulsión de agua de mar, por tanto, sin ningún efecto sobre el cambio climático y sin ningún impacto ecológico negativo. En ese sentido, creemos que en el proceso de discusión de esta ley, el Gobierno tiene que estar en disposición de hablar con el sector y de modificar una cuestión que nos parece muy negativa. Simplemente les voy a poner un ejemplo. Una depuradora de moluscos vivos en un polígono industrial en el interior sería inviable económicamente y mucho más insostenible desde el punto de vista ambiental, al utilizar probablemente agua dulce con mayor coste energético. Entendemos que tienen que estar en disposición de modificar este aspecto de la ley a partir de esa negociación con el sector.

Joan Baldoví Roda (GP Plural, Compromís)

Muy brevemente, señora ministra. Quiero darle las gracias por su comparecencia y decirle que estamos muy de acuerdo con muchas de las cosas que ha expresado. Pero vamos a lo concreto.

Los valencianos siempre decimos que amb diners, torrons. Lo utilizo mucho: si hay dinero, hay turrones, si no, no. En esta crisis -y esta es una Comisión para hablar justamente de las medidas que tenemos que tomar-, tenemos un sector especialmente perjudicado, que es el turismo, que aporta entre el 13 y el 15 % de nuestro PIB. En el conjunto del Estado tenemos 8000 kilómetros de costa, y los valencianos, 524 kilómetros de costa especialmente vulnerable, la valenciana y la mediterránea en general. En los Presupuestos Generales del Estado nos hemos cansado -y usted también lo ha manifestado, hablando de la regeneración de costas y de prepararnos para el futuro- de presentar enmiendas justamente en este sentido. Por eso le pregunto: En los Presupuestos Generales del Estado, ¿tiene previsto este ministerio incrementar la dotación para la regeneración y las ayudas a las costas?, porque entendemos que este es un factor decisivo a la hora de defender nuestro sector turístico.

Inés Sabanés Nadal (GP Plural, Más País)

Gracias, vicepresidenta, por sus explicaciones y por su comparecencia. Según nuestro criterio -desde Más País-Equo lo estamos diciendo continuamente-, no solo llegamos tarde, sino que llegamos teniendo que corregir graves deficiencias, como, por ejemplo, el parón de las renovables. Por tanto, más nos vale entender el terreno de juego que tenemos marcado, y el terreno de juego, nos guste más o nos guste menos, está perfectamente señalado y tiene que ver con los fondos propios y la iniciativa pública y privada en nuestro país, y tiene que ver con el fondo de recuperación europeo, que tiene condicionantes ambientales, nos guste más o nos guste menos, para enfocarlo a la transición ecológica, cuyos puntos clave son: movilidad, transporte público, reindustrialización verde, residuos, economía circular, rehabilitación de viviendas, transición agraria y alimentación, biodiversidad y energía. A corto plazo, ¿qué le parece más sencillo? Por ejemplo, yo me atrevo a decir: la rehabilitación de viviendas con criterio de eficiencia energética. Es un sector estable, que sería fácil; transporte público, es evidente, y por supuesto, la reindustrialización verde. Me gustaría que me señalara un poco también el impacto previsible en empleo. Sé que es difícil lo que estoy diciendo. Y hay una duda que siempre tenemos: ¿Tenemos preparado nuestro sistema formativo y de formación profesional y capacitaciones, títulos y oficios para esa necesidad de reconstrucción verde? ¿Estamos trabajando en ello?

Ferran Bel Accensi (GP Plural, Junts)

Señora vicepresidenta, como he dicho anteriormente, quiero disculparme por no haber podido asistir a su presentación, pero el solapamiento de varias comisiones con esta, que tendría que tener prioridad absoluta en la casa, hace que nos tengamos que ir duplicando. En todo caso, la voy a leer posteriormente y la seguiré por vídeo. También me excuso por no poder estar durante toda la Comisión, porque tendré que volver a la comparecencia de la presidenta de la AIReF.

Quiero hacerle algunas preguntas y pedirle encarecidamente que me responda a todas. El escenario económico que se nos presenta es muy complicado. Para nuestras empresas, mantener y mejorar la competitividad es una de las prioridades. El precio de la energía es uno de los problemas que se mantiene, sobre todo en el sector industrial, concretamente en un sector que en mi circunscripción es muy importante, que es la industria química, para la que el precio de la energía es un elemento determinante. Hace un año que tendría que estar disponible el reglamento de redes cerradas, que permitiría al conjunto de las empresas químicas mejorar mucho la competitividad. Nos gustaría saber cuándo tiene previsto su ministerio -porque esto ha ido cambiando de ministerios, pero nos dicen que ahora es responsabilidad del suyo- aprobar definitivamente este reglamento de redes cerradas.

Otra cuestión. Ayer el Gobierno aprobó la estrategia en relación con la economía circular, un tema que compartimos, en el que vamos a ser proactivos y les vamos a apoyar. En uno de los reales decretos que han aprobado ustedes a lo largo de estas semanas, redujeron el IVA de determinados productos sanitarios al 0 %, pero solo para aquellos de un solo uso; en cambio, para aquellos productos sanitarios, como batas, monos o elementos de protección quirúrgica, que son objeto de reciclaje se mantiene el tipo impositivo del 21 %. Se lo hemos planteado a la ministra de Hacienda, a la ministra de Economía y ahora se lo planteamos a usted, a ver si somos capaces de mejorarlo.

En cuanto a los fondos europeos, tengan en cuenta lo que decía mi compañero Baldoví. No solo los presupuestos, sino los fondos europeos, en las costas y especialmente en el Delta del Ebro, serían muy bien recibidos en su aplicación.

Francesc Xavier Eritja Ciuró (GP Republicano)

Muchas gracias, señora vicepresidenta. Gracias por su intervención. Con el tema del COVID parece que se cierra un ciclo y se abren las puertas a uno nuevo. Siempre hablamos de que perdemos el carro, que muchas veces perdemos el tren del cambio, de las nuevas oportunidades económicas, de los nuevos modelos económicos. Creo que en estos momentos se abren las puertas de un nuevo tren y estamos otra vez ante la oportunidad de cogerlo o no cogerlo. Esta es la visión que se percibe.

Varios puntos. Simplemente, celebramos la apuesta de la Unión Europea por unos fondos con criterios muy estrictos en cuestiones ambientales. Esto se ha de celebrar, porque implica esa voluntad real de la Unión Europea de dar un viraje en el modelo de economía. Lo importante es que ahora esto se concrete en proyectos que garanticen todo esto de lo que estamos hablando: sostenibilidad, modelo circular, mercado de proximidad vinculado con la huella ecológica. Lo que hace falta ahora es saber cómo se concreta todo esto en proyectos que permitan experimentar qué es lo que tiene que ser el nuevo modelo de economía.

Por otro lado, me sumo a las palabras del compañero de Teruel Existe. El medio rural no es solo el sector primario, sino que implica un modelo en el que se intercalan el primario, el de servicios e incluso otros elementos. Aquí es importante -vuelvo a insistir, como lo hemos hecho otras veces- dar mucha fuerza a los planes de desarrollo rural. Los últimos Gobiernos han ido reduciendo presupuestariamente los planes de desarrollo rural y no han tenido el impacto real, cuando son fundamentales, porque a partir de los planes de desarrollo rural el marco territorial que se establece y permite que los proyectos se pongan en marcha. En el entorno rural hay temas vinculados con el entorno forestal, como ha dicho usted, pero también hay otros como las energías alternativas. Es importante que demos una importancia trascendental a los planes de desarrollo rural en estos momentos, porque pueden ser una de las claves para empezar a trabajar a nivel concreto, a nivel territorial sobre estos proyectos, proyectos con modelos sostenibles de desarrollo en los territorios. Incluso son procesos que buscan el cambio social y el crecimiento sostenible de las comunidades rurales a partir de tres elementos: los medios de producción, los recursos y las necesidades. Es una cogestión sobre qué modelo se tiene que implantar en cada territorio. Lo digo porque en el mundo rural tiene más sentido gestionar la implantación que ese modelo que en el mundo urbano, que es otro modelo. Es importante tenerlo en cuenta.

Dos puntos más. Una pregunta: ¿Qué medidas de implementación de la huella ecológica tiene previstas el Gobierno? Lo digo, básicamente, porque es un indicador importantísimo para marcar el impacto ambiental de mucha actividad económica. En ese sentido: ¿Tiene previsto que pueda ser un requisito la contratación pública? Es un tema fundamental, porque probablemente cambiarían muchos criterios. Por otro lado: ¿Han planteado ustedes la ampliación de tasas ambientales para aquellas actividades que tienen un mayor impacto ecológico? Creo que es un momento para plantearlo.

Hablaba usted de los efectos del cambio climático. En ese sentido, quiero apuntar un tema. Siempre hablamos de la dotación presupuestaria o de la financiación para las emergencias, para las urgencias, pero creo que aquí lo más importante es establecer planes de prevención con un buen diagnóstico. Empezamos a tener ya elementos de diagnóstico buenos sobre lo que nos podemos encontrar con los cambios producidos por el cambio climático. Con un buen diagnóstico podemos empezar a establecer ya planes de prevención. Yo creo que el esfuerzo tendría que ir por aquí, por reforzar sobre todo la prevención, porque las urgencias, las emergencias son inagotables y son una fuente de derroche constante de recursos.

Para terminar, supongo que todos ustedes tendrán en cuenta que ha habido un proceso de regularización de la legislación ambiental durante los años del Gobierno del Partido Popular. Por tanto, es momento de volver a articular una legislación ambiental con una protección sobre el entorno ambiental. Lo digo porque esta legislatura sería un buen momento para rehacer lo que se ha ido deshaciendo durante muchos años, llamémosle Ley de costas, Ley de montes…, ya sabemos de lo que hablamos en ese sentido. Creo que es también el momento de rehacer la legislación ambiental a partir de ese proceso de regularización que ha habido.

Jaume Asens Llodrà (GP Confederal UP)

Vicepresidenta, enhorabuena por su trabajo. Creo que medidas como la Estrategia de economía circular o la Ley de residuos son pasos fundamentales que van en la buena dirección para afrontar el cambio climático. Es evidente que la emergencia sanitaria nos ha dejado muchas lecciones, y una es que podemos vivir más despacio y sin contaminar o contaminando menos. Dejar de ser un virus para el planeta y para nosotros mismos es una exigencia, porque la polución, es evidente, puede ser más letal incluso que el virus, aunque actúe de forma más lenta y no sature nuestros sistemas sanitarios. El mundo al que nos enfrentamos, el mundo que viene, el mundo del mañana no será igual que el mundo de ayer; la cuestión es que en la encrucijada en la que estamos hay que tomar partido, y es verdad que pueden ganar las tesis negacionistas de la derecha radical o podemos ir a esa transición ecológica que necesita el planeta. Nosotros creemos que hay que recuperar la mentalidad del New Deal de Roosevelt, pero añadiéndole la agenda ambiental del Green Deal. Eso significa hacer una política industrial verde que modifique sus prioridades. No puede ser que estemos preparados para afrontar cualquier conflicto bélico y no para afrontar una epidemia o una pandemia. Esas debilidades de nuestro modelo de producción las ha puesto en evidencia esta pandemia.

Necesitamos menos tanques y más respiradores. No sé si lo saben sus señorías, pero en Nissan estaban fabricando respiradores, y creo que ahí está la clave. Si nos tomamos en serio la transición ecológica, les podemos mandar un mensaje de esperanza a esos trabajadores que ahora están en huelga, y las ayudas de la Unión Europea van en esa dirección. Hay una oportunidad para transformar el sector automovilístico en un sector de futuro que apueste por el vehículo eléctrico, porque no es solo la planta de Nissan, también es Renault. El mensaje que nos está llegando es muy claro: el sector del automóvil, tal como lo conocemos, está agotado, se está muriendo. Necesitamos hacer ese cambio para poder salvar esos puestos de trabajo y convertirlos en empleo verde. No es cierto, como plantea la derecha radical, el dilema de salvar la economía o el cambio climático. Con el nuevo pacto verde, nos lo dice la OIT, se pueden crear 24 millones de empleos. Tampoco son verdad las teorías conspirativas o las teorías extravagantes que ellos defienden. No nos podemos resignar a las apuestas económicas que plantea la extrema derecha. Ayer ya lo dije: ellos están en guerra con la realidad. Por eso defienden que Fernando Simón dimita, como lo defiende Trump en la Casa Blanca o como lo defiende Bolsonaro, que hizo dimitir a la ministra de Salud. Eso tiene que ver con una determinada visión del mundo destinada a defender determinados intereses de un capitalismo depredador, salvaje, donde ellos no quieren perder sus privilegios. Tenemos que afrontar esa realidad, esa derecha que da la espalda a la ciencia, y ser valientes.

Quiero recordar -con esto acabo- a Edgar Morin, cuando decía que no es el fin del mundo, pero sí que hay un mundo que hace tiempo que está terminando y que la crisis que vive la humanidad es una crisis que tiene que ver con el hecho de que la humanidad como tal no se ha constituido. Por eso, para que se constituya, hace falta asumir la agenda ambiental.

Carlos Hugo Fernández-Roca Suárez (GP Vox)

Muchas gracias, señor ministra, por su intervención. No podemos olvidar que nuestro objetivo principal es salvar vidas y empleos, este es el objetivo, y el problema es que se está difuminando. En Europa quieren articular la salida de la crisis del coronavirus en torno a la Agenda Verde Europea, pero estamos viendo que son los lobbies los que están marcando esa agenda política de la Unión Europea, los lobbies en este caso energéticos. No olvidemos que una pyme lo que necesita es levantar su persiana y que no le pongamos palos en las ruedas. Ahora mismo su negocio tiene que cumplir siete directivas diferentes en torno a esa neutralidad climática, y al final no las va a poder cumplir, y ¿qué es lo que va a suceder? Que esos fondos económicos de recuperación europeos van a acabar en las grandes empresas y no en las pymes, que son las que generan empleo en España. Por tanto, vuelvo a repetir que el objetivo, después de la salida de esta crisis del coronavirus, tiene que ser salvar empleos. No queremos que se vuelvan a repetir cierres como el de la planta de Nissan, porque, recordemos, que el sector del automóvil representa el 10 % del PIB y emplea a más del 9 % de la población española. Conocimos el impuesto del diésel y hemos visto cómo ha dejado al sector del automóvil, ¿y queremos que después de ese terremoto, un tsunami acabe ya con el sector del automóvil en España?

Señora ministra, me gustaría preguntarle si se siente responsable de sus declaraciones incendiarias contra el diésel, de la mala situación en la que se encuentra el sector del automóvil y la destrucción de empleo a consecuencia del cierre de plantas como la de Nissan.

Guillermo Mariscal Anaya (GP Popular)

Efectivamente, el Partido Popular comparte la iniciativa relacionada con el Pacto Verde Europeo: una sociedad equilibrada, próspera; una economía que crece con eficiencia en el uso de los recursos y que es competitiva. No podría ser de otra forma, puesto que es una iniciativa impulsada por una compañera nuestra de partido, la señora Ursula Von der Leyen, y que anteriormente dirigió en la Unión Europea el señor Arias Cañete. Lo que no comprendo muy bien es el sentido de esta intervención.

Es verdad que la señora Ribera podría perfectamente ganarse la vida como conferenciante, exponiendo ideas, pero aquí no ha venido a eso, aquí ha venido a presentar propuestas, proyectos, y yo, una vez más, vuelvo a no escucharlos. Ni escucho eso ni escucho rectificaciones relacionadas con la poca o escasa prudencia que ha venido teniendo en su desempeño como vicepresidenta del Gobierno. El que no se sienta cómodo que no abra; eso fue el 30 de abril. Luego, el 2 de mayo: Al que no le guste el estado de alarma que reforme la Constitución. Una última pieza literaria importante, el 2 de mayo: Hemos estado en la gama alta del éxito y en la gama baja de los errores. Eso es lo que hemos escuchado a la vicepresidenta cuarta. Estas declaraciones la han llevado a desaparecer como supuesta dirigente del proceso de desescalada porque alguien con prudencia ha decidido apartarla de esa responsabilidad. Yo, sinceramente, creo que es el momento de ponerse manos a la obra. El Gobierno y la señora vicepresidenta no llevan desde ayer ejerciendo su tarea, llevan más de dos años -dos años en los que no se ha hecho absolutamente nada-. ¿Dónde está la estrategia para la descarbonización 2050? No está. ¿El plan nacional de adaptación al cambio climático? Tampoco. ¿Y la estrategia de transición justa? Tampoco. Ha cambiado incluso los objetivos de clima y emisiones: hemos pasado del 23 al 20 % en las emisiones; en renovables, el plan nacional de energía y clima era del 42 pero ahora es el 35 % en la ley; en la eficiencia energética hemos pasado del 40 al 35 %; es decir, vamos bajando las expectativas conforme va pasando el tiempo. Aquí se viene a reconstruir y se reconstruye sumando, ni restando ni destruyendo, que es lo que estamos viendo actualmente que ocurre en todo lo que tiene que ver con el área en la que usted, señora Ribera, dirige. La industria electrointensiva, es decir, aquella que tiene un alto consumo de energía eléctrica es la que prioriza ese consumo para garantizar que tengamos una industria competitiva. Hemos conocido la posibilidad de que cierre la industria Alcoa, evidentemente, porque no cuenta con un estatuto electrointensivo que haga que el consumo energético sea competitivo. En diciembre de 2018 el PP favoreció que ese estatuto se aprobara, pero han pasado dieciocho meses, señora vicepresidenta del Gobierno, y el estatuto sigue sin estar en la mesa.

Como la capacidad de destrucción hacia la industria electrointensiva era todavía escasa, ahora nos metemos con la costa y hablamos de la economía azul y verde con un proyecto de modificación de la Ley de Costas, que hace inviable el desarrollo económico de la costa española y fundamentalmente pienso en Galicia, porque he escuchado decir al representante del Bloque Nacionalista Galego que le parece muy mal la modificación que se hace de la Ley de Costa. Señor representante del Bloque Nacionalista Galego, esta señora es vicepresidenta porque usted votó a favor de que fuera presidente del Gobierno el señor Sánchez. Así que las campañas electorales allí en Galicia cuando toquen los mítines, aquí hechos, esto es un Parlamento y por tanto queremos hechos.

No solamente ocurre en la industria electrointensiva; la nuclear, hay que cerrarla toda, fuera los 7000 megavatios. De acuerdo. ¿Cuál es la energía de respaldo que vamos a tener sobre la mesa? ¿Cuál es la energía de respaldo que garantiza un suministro de veinticuatro horas los siete días de la semana? No se ha planteado todavía. Estamos en el impulso de la energía renovable: durante los años 2016, 2017 y 2018 el Partido Popular facilitó que se colocasen en la red 8000 megavatios. En el año 2018 llega la vicepresidenta Ribera: cero megavatios; año 2019: cero megavatios; año 2020: cero megavatios. De verdad, a aquellos que están hablando de un cambio de modelo productivo, les digo que el cambio de modelo productivo se realiza con ideas, proyectos y resultados, no con conferencias ni ruedas de prensa. Sin industria básica es imposible el desarrollo sostenible de nuestro país; sin acero, no hay aerogeneradores; sin industria química, no hay nuevos plásticos; sin cemento, es imposible modificar y mejorar la eficiencia en la edificación si continuamos destruyendo la industria básica. Lo último conocido es la marcha de Nissan e incluso hace unos días la ministra de Industria -y ya termino presidente- decía que era por un problema de demanda internacional. Debe ser que la demanda internacional solamente afecta a España, porque no he escuchado hablar de más procesos de deslocalización. Y aquí escucho decir al representante de Comú Podem algo sobre el empleo verde. Miren, es que no se deslocaliza, ese término es falso; las empresas no se deslocalizan, desaparecen. Cuando una empresa se cierra todo el componente de esa empresa se introduce en un horno de acero y desaparece. Así que, por favor, cuando tomemos medidas, cuando hagamos declaraciones, tengamos en cuenta que detrás de cada medida y de cada declaración hay un empleo, una familia. Yo lo que les pido es que sean conscientes, que el precio de la energía, que el desarrollo de las renovables y que la garantía del suministro, todas las que medidas que queramos tomar, deben hacerse de una forma que sea equilibrada, no disruptiva. La disrupción en política energética trae siempre desempleo, pobreza y miseria.

Pedro Casares Hontañón (GP Socialista)

Muchas gracias, vicepresidenta. Le traslado también el agradecimiento de nuestro grupo parlamentario por el trabajo incansable que están desarrollando desde el Gobierno de la nación y también por ser el primer Gobierno de nuestra democracia que ha incluido la perspectiva demográfica en la gestión de las políticas públicas. Nadie nos contó, vicepresidenta, que íbamos a vivir la peor crisis de nuestras vidas, pero sí sabemos hoy, en realidad desde hace mucho tiempo, que nuestro planeta ya no aguanta más y que la amenaza al equilibrio natural es una realidad a la que tenemos que hacer frente. También esto, señora vicepresidenta, es una cuestión de vidas, de empleo y de economía porque en realidad son las dos caras de la misma moneda. No es verdad que debamos elegir entre desarrollo económico y sostenibilidad, nuestro presente y nuestro futuro será verde, será sostenible o no será. Por tanto, en la reconstrucción de España y de Europa en su conjunto la Agenda verde, señorías, va a tener un papel protagonista, pero no como una amenaza sino como una oportunidad; una oportunidad para hablar de movilidad sostenible, de rehabilitación urbana, de rehabilitación de viviendas, de digitalización, de eficiencia energética, de energía renovables, de transición ecológica, de transición energética, de economía circular, de reutilización de productos, de reducción de residuos, de agricultura sostenible, del campo, del turismo sostenible, del reto demográfico, de la transformación de nuestra industria, del impulso al desarrollo rural. Son las mayores oportunidades de empleo y crecimiento económico que va a tener España y Europa en los próximos años, señora vicepresidenta. Esto está en línea con la estrategia europea, con la estrategia de la Unión Europea que fija la sostenibilidad como la columna vertebral sobre la que asentar la reconstrucción y la recuperación de la Unión Europea y también, señora vicepresidenta, en línea con la acción del Gobierno de España. El proyecto de ley del cambio climático, la Estrategia de economía circular, la Ley de Residuos, el plan nacional de energía y clima son el mayor avance en materia ambiental de la historia de España y le agradezco especialmente a usted, como ministra para la Transición Ecológica, ese impulso que le están dando desde el Gobierno de la nación y también, señora vicepresidenta, en línea con la Alianza para la recuperación verde y con el Manifiesto para la recuperación sostenible de la sociedad española.

Y concluyo, señorías, con un llamamiento, una vez más, a todos los miembros de esta Comisión a la unidad de todas las fuerzas políticas, a la unidad de todos los diputados y diputadas en la línea con la exigencia ciudadana de que la política también aborde las respuestas desde la ciencia, señorías, y también en línea con las necesidades de toda una generación, de la juventud que está mirando también a esta Comisión. Por ellos, sobre todo por ellos, señorías, es fundamental que nos pongamos de acuerdo en esta Comisión para la Reconstrucción con un eje transversal: la Agenda verde y la recuperación sostenible porque nos va también la vida, la economía y los empleos en ello.

Respuestas

Muchas gracias a todos por sus comentarios y observaciones. Confío en que esta sea una de las líneas maestras y que impulsen ustedes esa recuperación verde, con sus recomendaciones, pensando en las personas pero también dentro de los límites físicos que nos ofrece el medio ambiente, que son amplios pero no infinitos. Quiero dar algunas respuestas a sus comentarios. Creo que es fundamental la mirada y el retorno hacia un medio rural amplio y rico.

Evidentemente, el medio rural no solamente se centra en un único sector primario, hay otras muchas cosas: se requiere fortaleza en servicios, conectividad y facilitar la diversificación de actividades, así como la combinación de distintas fuentes de renta. Lo comparto plenamente y me parece que es uno de los espacios donde tenemos más capacidad de activar, de pensar, de ser creativos y donde hay un potencial inmenso que no hemos sabido leer suficientemente, porque creo que está lleno de ideas y de riqueza entre sus habitantes, nuestros compatriotas a los que hay que acompañar en un proceso sumamente interesante y estimulante para todos.

Canarias y Baleares, los dos archipiélagos, son dos escaparates extraordinarios y probablemente no haya otros sitios iguales en el mundo. Son territorios conocidos, muy ricos en biodiversidad y enormemente interesantes, sobre los que se fija una atención importante por parte de todos los ciudadanos de la comunidad internacional. Además, creo que han ido experimentando procesos de transformación, de reinvención muy interesantes a lo largo de los años. Esa expectativa de llegar a ser cien por cien renovables es algo que no solamente forma parte del frontispicio de las comunidades locales e insulares, sino que además cuentan con la oportunidad de poder impulsarlo. Hay experiencias concretas en la isla de El Hierro, a la que usted aludía, pero no solo allí y creo que hay que hacerlo deprisa y bien para que puedan convertirse en un referente a nivel mundial. Es verdad que ha habido dentro del impulso a las energías renovables desde que llegamos al Gobierno una atención especial con las islas, y habrá una segunda convocatoria del Programa SolCan con fondos Feder en el próximo mes de junio, que esperamos que siga completando ese proceso de transformación del archipiélago canario. Lo mismo ocurre con la gestión de economía circular que presenta grandes desafíos, sabemos que son particularmente sensibles a la salida de algunos residuos en concreto. Quiero que sepan que pueden contar con el Gobierno de la nación, tanto sus conciudadanos de Canarias como nuestros conciudadanos de Baleares, para ello porque nos parece sumamente importante.

Asimismo, son muy interesantes las reflexiones que se han hecho en torno a la posibilidad de modernizar la industria, de hacerla resiliente, generadora de empleo, competitiva y mucho más beneficiosa en términos de producción, innovación y de incidencia en nuestro país, y cómo esto forma parte de los ejes transversales de política industrial en los que hay que hacer particular énfasis. Hemos visto situaciones complicadas en algunos entornos industriales a los que hay que prestar atención y acompañar. Como muchos de ustedes han dicho, yo también soy de la opinión de que hay que ser particularmente cautos con la industria básica de este país, y entre esa industria básica se encuentran la siderurgia, el aluminio y el acero, que es cierto que viven una situación particularmente complicada, con una caída espectacular de la demanda a nivel mundial y una inundación de los mercados internacionales de aluminio y acero por parte de productores chinos, en el primer caso, y con respecto al acero, por parte de productores turcos. Es importante prestar atención a cuáles son las causas y hacer una anticipación y un seguimiento de esos procesos y desafíos con los que cuenta la industria para no confundirse. Desde aquí quiero mandar toda mi solidaridad a los trabajadores de Alcoa. Me consta que está trabajando intensamente la ministra de Industria en encontrar soluciones. El precio de la energía es una cuestión importante, como también lo es el seguimiento y la capacidad de reinversión en innovación y en eficiencia en los procesos; la posibilidad de hacer un seguimiento de la masa salarial, de la cualificación profesional de los trabajadores, creo que es extraordinariamente importante y atractiva en nuestro país con unos trabajadores enormemente bien cualificados, así como la evolución -como decía antes- de los mercados internacionales.

Es verdad que el precio de la electricidad ha caído dramáticamente. En junio de 2018 estaba a 65 euros el megavatio/hora a lo largo de 2019 y en el último cuatrimestre se estabilizó en torno a los 40 megavatios/hora. Después, cayó durante la crisis hasta prácticamente rozar los 2 o 3 euros megavatio/hora; ahora se está recuperando lógicamente y esperemos que se estabilice a un nivel normal. Lo cierto es que contamos con un sistema eléctrico que fue diseñado pensando en tecnologías caras y en un consumo disparado para poder hacer la cobertura correcta de los costes fijos del sistema, cuando nosotros entendemos que desde el punto de vista económico y ambiental lo inteligente es contar con tecnologías, con costes operativos bajos y un sistema enormemente eficiente. Es verdad que eso plantea desafíos a la hora de reestructurar los mecanismos de fijación de precios, de funcionamiento del mercado, y estamos en ello. Por eso, precisamente queremos cambiar los sistemas de subasta pero creo que es importante no errar el tiro, como también lo es no dejar atrás a la gente a la que durante mucho tiempo se le dice que no se preocupen, que van a seguir viviendo para siempre, que su térmica no va a tener ningún problema, que serán una Numancia frente al resto del mundo, en lugar de trabajar con anticipación suficiente para que la gente encuentre otras opciones y se generen alternativas. Esa es una de las grandes diferencias. Hemos querido ser particularmente sensibles con las personas y con las comarcas para que, en aquellos supuestos donde con suficiente anticipación ya se supiera que se iban a abrir procesos de transformación importantísimos, se pudieran generar alternativas a tiempo y no dejar a la gente abandonada hasta que en el último minuto no le quedara otra opción.

La industria del automóvil es verdad que está en pleno proceso de transformación. Se apunta a que quizás el año pasado se vivió el pico de la demanda mundial de los automóviles con motor de combustión. Para nosotros es un sector particularmente importante por el empleo que genera, por la actividad económica que genera, por su peso en la balanza exterior y, por tanto, hay que estar pendientes al tipo de demanda que viene desde nuestros principales clientes. Hay que acompañar a este sector en un proceso de transformación en curso, como por otra parte lo hacen otros países de nuestro entorno. Esta crisis del coronavirus ha generado una caída importantísima de la demanda, cuando el propio sector había hecho un análisis enormemente inteligente sobre las oportunidades de reconversión, de reidentificación de nuevos nichos de negocio en su estrategia 2020-2040, que nos parece sumamente estimulante e interesante, con una industria, como decía antes, con una cadena de valor muy potente en nuevos componentes, en bienes de equipo eléctricos y electrónicos y una capacidad de ampliar en ámbitos de innovación como puede ser el hidrógeno aplicado a la movilidad, la digitalización y la conectividad y por tanto el uso del big data, el tipo de servicios financieros asociado a las nuevas formas de movilidad o la reinvención de nuevos vehículos donde España es líder tanto en autobuses eléctricos como en motos eléctricas. En fin, hay mucho recorrido y queremos acompañar al sector en ello. El presidente está particularmente comprometido en este asunto.

Me gustaría hacer algún comentario adicional. Señora Muñoz, le invito a que consulte la página web, porque toda la estructura y la memoria económica del plan nacional integral energía y clima se encuentran ahí recogidas. Yo creo que es de los documentos más completos e interesantes, integrando además un buen número de metodologías y modelizaciones de las que se han ido utilizando en distintos países de la Unión Europea para poder hacer esa estimación macroeconómica de incidencia e impacto. En muchos de estos campos no se trata de emplear recursos públicos, sino de dotarnos del marco regulatorio adecuado para que sean los propios inversores quienes tengan interés en destinar recursos a esas oportunidades.

Creo que la protección del dominio público marítimo terrestre resulta fundamental y es clave. Señor Rego, quiero decirle algo que quizás no haya salido a la luz, porque he visto algún ruido en la prensa gallega, que no sé si tiene que ver con la proximidad de las elecciones, pero lo cierto es que de las quince conserveras que están ubicadas en dominio público marítimo terrestre, algunas de ellas ni siquiera había pedido la prórroga, aunque entendemos que su ubicación es perfectamente compatible con la protección del dominio público marítimo terrestre. Están en estrecho contacto desde hace algún tiempo con la demarcación de costas para resolver esta situación cuanto antes. No creo que haya ningún problema al respecto, pero como usted mismo indicaba -y también ha salido a relucir a propósito de otros tramos de costa-, la protección de nuestro litoral es fundamental para evitar daños y costes mayores, así como también es fundamental para activar y consolidar actividades de gran riqueza económica -apuntaba antes al turismo pero no solo- porque la España que se ubica en nuestro literal representa la franja de nuestro espacio físico más ocupada.

Creo que es relevante la reflexión que hacía el señor Baldoví con respecto al turismo. Acabo de hacer un primer comentario en torno a la regeneración de la costa, donde -como he dicho en mi primera intervención- hemos vivido por primera vez -yo diría que con gran emoción-, una reacción generalizada de búsqueda de alternativas por parte de autoridades locales, vecinos y titulares de negocios locales preocupados por el efecto que tiene el encontrarse cada vez con mayor frecuencia con fenómenos meteorológicos extremos que arrasan la base física de su propia actividad económica o de sus propias viviendas. Por tanto, es cierto que hay que repensar ese sistema de protección del litoral y ser respetuoso con ese tipo de límites. Es fundamental también de cara, como decía antes, a incluirlo como base sobre la que sustentar la actividad turística. Por ello, estoy convencida de que esta es una de esas líneas estratégicas -volviendo al comentario de la señora Sabanés- donde es clave la integración y la incorporación con una visión transversal de fondo, la preparación frente a los efectos del cambio climático, la construcción de resiliencia, así como la recuperación del sector turístico y del empleo asociado al sector turístico. Tenemos mucho que hacer en un plazo muy corto y esto será muy bien visto por las autoridades europeas -confiemos que con prontitud-, en la medida en que dispongamos de esos recursos destinados a la recuperación, pero también como prioridad nacional, porque con independencia de lo que se pueda decir en contextos multilaterales europeos, me parece que lo fundamental para todos y cada uno de nosotros es que representamos los intereses y las preocupaciones de nuestros conciudadanos, que han depositado su confianza en nosotros. Nuestra función y nuestra tarea es pensar responsablemente en nosotros mismos, contemos o no con ayuda del exterior.

Creo que tiene un gran potencial activar esa rehabilitación, esa agenda urbana con una incidencia notable en construcción, a veces en una construcción con menos requerimientos profesionales, a veces con una reconstrucción mucho más sofisticada, asociada a materiales que pueden tener su origen en el sector de la química. Estoy pensando, por ejemplo, en espumas o en capacidades de almacenamiento y baterías, en definitiva, nuevos nichos de negocio donde España está muy bien posicionada con nuevos materiales como el grafeno, o nuevos materiales de construcción más flexibles, o una nueva integración en diseño de soluciones renovables de proximidad que nos lleven a edificios próximos a consumo cero. Creo, como digo, que tienen toda la gama de las cualificaciones profesionales un potencial inmenso, muy grande y lo necesitamos porque genera beneficio inmediato para las economías domésticas y para la calidad de vida en nuestras ciudades. No es el único, la movilidad la ha apuntado usted. De hecho, hace meses que venimos trabajando en el área económica del Gobierno en la identificación de los grandes problemas transversales que evidentemente afectan a este ministerio, pero no solo, para estar preparados para esa reactivación y esa capacidad de ofrecer oportunidades a nuestra economía, a nuestros conciudadanos y generación de empleo. Me parece que es sumamente importante hacerlo.

Señor Mariscal, no le pega ese tono que usted ha empleado. Yo pensaba que usted iba a ser un socio natural en ese pacto por la reconstrucción verde y, además, me ha anticipado el aniversario. Fue el 8 de junio cuando tomé posesión como ministra, o sea, que todavía no hace dos años aunque estoy casi ahí. Yo le recomendaría que prestara más atención cuando escuche y cuando lea. Tenemos un plan nacional de adaptación al cambio climático disponible en la página web. Tenemos un plan nacional integrado de energía y clima donde no había una sola línea a 2030. Tenemos avanzado -pero por motivos obvios hemos preferido no hacerlo público- una estrategia de descarbonización completa a 2050. Estamos pendientes de presentar -aunque no encontramos nada desde el año 2012, hablando de responsabilidad y de cambios disruptivos- un plan nacional de gestión de residuos radioactivos y estamos trabajando de manera responsable en cómo podría ir evolucionando el sistema energético. Y tenemos, en efecto, a pesar de que usted haya dicho lo contrario -yo aludía antes a ella-, una Estrategia de transición justa que pretende, precisamente, por trabajar con responsabilidad y con solidaridad generar oportunidades en aquellas zonas donde se cerraban minas de carbón o centrales térmicas. Por cierto, esto se sabía desde el año 2012 pero poco se había hecho más allá de decir que no se preocupasen, que se iban a ocupar de que no les cerrasen nada. Bueno, pues eso repetido muchas veces no lleva a cambiar la realidad de lo que nos rodea; al revés, lleva a una situación de irresponsabilidad financiera también para los inversores y titulares de planta porque, probablemente, si no se hubiera encontrado una manera de buscar alternativas se hubieran enfrentado a una situación complicada, una vez vencido el plazo sin que nadie en la Administración les hubiera prestado la más mínima atención sobre cómo abordar este proceso.

Creo muy sinceramente, tal y como han dicho ustedes, que la gran industria, pero también la pequeña, las pymes, tienen grandes oportunidades asociadas a estos nuevos modelos más eficientes de proximidad y también el pequeño autónomo tanto en el ámbito rural como en el ámbito urbano. Tengo la convicción de que es una demanda social y económica, más allá de la definición de las premisas ideológicas de cada uno de nuestros partidos, y tengo la seguridad de que hay un espacio inmenso de consenso en torno a las líneas maestras de esta transformación que genera más y mejor economía, más y mejor empleo, más y mejor bienestar social. Así que les deseo una excelente continuación de los trabajamos porque confiamos mucho en ustedes.

Muchas gracias. (Aplausos).

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