Manuel Balcells y Díaz
Presidente del Consell Assessor de Salut
9 de junio de 2020
Intervención
Muy buenos días, diputadas y diputados de este Grupo de Trabajo Sanidad y Salud Pública de esta importante Comisión para la Reconstrucción Social y Económica pos-COVID. Permítanme primero presentarme, aunque sea sucintamente. Yo soy médico, soy licenciado en Medicina y Cirugía; soy también doctor en Medicina en Innovación Médica, con una tesis sobre innovación sanitaria; especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología y Medicina del Deporte, y con una trayectoria hospitalaria de más de 23 años, a la cual le sucedió una trayectoria en la administración con diversas posiciones en la Generalitat de Catalunya; y posteriormente y actualmente soy comisionado de salud de un centro tecnológico en Cataluña, que se llama Leitat; director de un centro que se llama Centro de Integración de las Medicinas y Tecnologías Innovadoras, que es un centro que está hermanado con el CIMIT de Boston; y soy director de otro organismo que se llama Healthcare Living Lab Catalonia.
Pero en realidad comparezco ante ustedes como presidente del Consell Assessor de Salut del Gobierno de la Generalitat, que es un órgano creado hace más de veinte años, el cual tengo el honor de presidir solamente desde hace dos años. Este órgano es un órgano consultivo para, básicamente, el encargo de diseñar el modelo de futuro, en este caso el modelo sanitario en Cataluña. Y en medio de este trabajo hemos tenido la grave crisis de la COVID-19, como todo el mundo, que yo creo que ha trastornado todos los esquemas que teníamos hasta ahora.
También tengo que decir que esta intervención mía está preparada en base al documento editado por el Consell Assessor y publicado el 21 de abril que les hemos hecho llegar, y que ha sido contrastado con los principales agentes del sector en Cataluña. Pero me parece absolutamente extrapolable al conjunto del Estado y al objeto de esta comisión, con los matices que convenga.
En primer lugar, antes y después o durante esta fase final aguda de la crisis de la COVID-19, a mi criterio hace falta un análisis crítico de la pandemia, sobre todo de cuál ha sido la respuesta del sistema, de las consecuencias, para poder paliar, corregir y modificar el sistema, y no solo para la reconstrucción, que es el motivo de esta comisión, sino para prevenir nuevos brotes. Esto es un planteamiento muy anglosajón, de decir “vamos a evaluar dónde estamos, vamos a ser lo críticos que haga falta”, porque debemos saber de dónde partimos para poder evolucionar y mejorar.
De forma resumida, porque esta primera intervención es de unos quince o veinte minutos, ¿cuál es el impacto global de esta pandemia en España? Hay un artículo muy reciente por expertos en economía de la salud que describen el impacto de la COVID-19 en cuatro olas, no una nada más. La primera sería la mortalidad y morbilidad inmediata, lo que estamos sufriendo: el número de infectados, el número de pacientes críticos, el número de muertes, y con toda su evolución, que felizmente estamos saliendo de esta fase aguda, y es la que tiene una factura económica elevada y ha tenido un coste importantísimo, como todos ustedes saben.
Pero no es la única ola. La segunda, no menos importante, es la de los pacientes no-COVID demorados por la restricción de recursos; es decir, los pacientes con neoplasias, los pacientes con patologías graves, cardiovasculares, etc., que obligatoriamente han tenido que ser pospuestos porque la prioridad era atender a los enfermos de la pandemia. Por tanto, esta es una segunda oleada que hay que tener en cuenta.
La tercera es el impacto en la interrupción de la atención de enfermedades crónicas, el seguimiento de enfermedades crónicas, está previsto que en un plazo de unos meses empiece a repercutir. Algunos expertos hablan del incremento de patologías y muertes cardiovasculares, de complicaciones y de neoplasias no diagnosticadas, etc. Hay que tenerlo en cuenta.
Y la cuarta ola, la que se va a mantener durante más tiempo, es el estrés postraumático de muchos de los profesionales, el impacto de las desigualdades en salud, que es un tema que hay que tener en cuenta porque, como ustedes también saben, la incidencia de esta pandemia ha sido muy superior en función de las desigualdades sociales, como pasa habitualmente con todas las enfermedades. Todo ello deberá tenerse en cuenta para la reconstrucción, porque puede agravarse además en cualquier rebrote, que no está descartado que pueda haberlo, como también se ha publicado en muchas ocasiones, después del verano.
¿Qué lecciones nos ha dado esta pandemia? Lessons learned, el modelo este que les comentaba anglosajón, es decir, qué hemos aprendido, qué deberíamos aprender de lo que ha pasado. Desde mi punto de vista esta crisis ha evidenciado, nos ha dado una lección de humildad. Esto ya se ha dicho en diversas ocasiones, pero es que es verdad, nos ha dado una lección de humildad al mundo occidental, al mundo civilizado. Nos pensábamos que con nuestros sistemas sanitarios avanzados podríamos soportar lo que haga falta. Y la lección de humildad ha sido grande, porque esta pandemia está siendo terrible. Y nos ha mostrado la fragilidad del sistema sanitario y social, y a la vez también nos ha mostrado –y creo que es muy importante– la bondad de un sistema sanitario universal y público. Y solamente hace falta compararse, por ejemplo, con Estados Unidos para poder ver cómo es de bondadosa esta gran cualidad que tenemos de un sistema público y universal.
Consideraciones, y voy a ser ya aquí un poco más crítico: a nivel global, y empezando por la OMS, pero después Europa y España, se infravaloró inicialmente el brote epidémico, se infravaloró. Parecía que era una gripe, un poco más, podemos ir a buscar a las hemerotecas; se infravaloró.
¿Esto qué comportó? Decisiones epidemiológicas dubitativas y erráticas sin una estrategia clara, a diferencia de otros países. Y aquí, cuando comparamos, la verdad es que cuesta a veces entender qué ha pasado, por qué países con un PIB más bajo, como Portugal y Grecia, han tenido resultados mucho mejores, y también países con un PIB muy alto, como Nueva Zelanda, han tenido resultados mucho mejores, o Dinamarca, y países con un PIB que no está mal como España han tenido estos resultados malos. Porque estamos en la línea de cabeza de los países con más afectación y más muertes. Y esto es así. Las decisiones epidemiológicas dubitativas no han sido claras. Es decir, ha habido países que han centrado su estrategia en el confinamiento absoluto y otros en test masivos. Y aquí no ha habido ni una ni otra. Y la de confinamiento ha sido tarde. Hay artículos publicados, y artículos publicados de esta mañana misma donde el confinamiento ha sido un elemento clave para evitar muchas muertes. El confinamiento fue dubitativo y ha sido tardío.
Otro elemento importante es si la centralización de la gestión y la compra por parte del ministerio ha sido eficaz. Desde mi punto de vista no lo ha sido, no lo ha sido. ¿Y por qué no lo ha sido? Porque para un ministerio sin competencias desde hace años, porque han sido traspasadas a las comunidades, sin estructura, sin líneas de compra, gestionar la complejidad de esta pandemia era muy complicado, sin tener ni la estructura ni la experiencia. Y la verdad es que esto se tradujo en las compras de material, que ha sido, la verdad, un tema muy mejorable. El retardo en las EPI y en el material ha tenido consecuencias graves, sobre todo en algunos elementos como –y hablaremos más tarde también– en las residencias.
Se ha evidenciado también, y esto ha sido una constatación que es objetiva, una falta de stocks y de material estratégico, y ha condicionado la diseminación de la epidemia. No había stocks, no había mascarillas, no había batas, no había reserva. Bien, esto se suma a otro problema: en el momento en el cual se cierran las fronteras porque hay rotura de stocks a nivel internacional nos damos cuenta de que no hay industria local (por local me refiero al Estado español), no hay, todo es importado y no tenemos capacidad de reacción inmediata, aunque hay capacidad de reacción y en el decurso de estos tres meses ha habido capacidad de reacción, pero nos coge con el pie traspuesto y no tenemos capacidad inmediata. Y esto es una realidad.
A la vez que hemos constatado también, y de forma positiva, una gran solidaridad y conciencia ciudadana, que incluso nos ha sorprendido en un país del sur de Europa. Ha habido una gran disciplina, consciencia, colaboración, y esto ha sido extraordinario. Y sobre todo ha habido una inmensa solidaridad, entrega, flexibilidad, profesionalidad del conjunto de los sanitarios. Esto lo hemos constatado en todas partes, y esto es así. Por este motivo salía la mayoría de la población a aplaudirlos a las ocho de la tarde, que como ya comentaré no me parece suficiente; está bien, pero no es suficiente. Pero se ha valorado esta profesionalidad.
Conjuntamente con esta profesionalidad y entrega ha habido otro elemento muy positivo de las organizaciones, que ha sido la capacidad de adaptación y reorganización del sistema. Hemos visto cómo en pocas semanas en el conjunto de España, en Cataluña lo conozco perfectamente, en Cataluña se triplicó el número de camas de críticos de UCI, en pocos días, y se han adaptado las organizaciones para que traumatólogos, como es mi profesión, estaban ayudando a intensivistas en equipos multidisciplinarios para dar atención a los pacientes con COVID. Esto ha sido extraordinario.
Otro elemento positivo ha sido ver el gran potencial de las tecnologías digitales con aplicaciones como la telemedicina o la teleasistencia. Había una resistencia. Los que estamos a pie de trinchera en hospitales sabíamos que hay una cierta resistencia. Se rompieron todas las resistencias, y de golpe ha sido útil y de golpe nos ha servido para controlar muchos, muchos enfermos crónicos.
Y el papel resolutivo de la primaria se ha puesto en evidencia como control y muro de contención. Ha vuelto a surgir la primaria como gran protagonista en esta epidemia.
Pero una mención aparte, y no positiva, y es motivo también de esta comisión, es la que quiero hacer sobre la gravedad de la pandemia en el ámbito residencial y en el ámbito sociosanitario. Esto ha puesto de manifiesto, no solamente en España sino básicamente en el conjunto de Europa, un modelo residencial que debe pensarse de arriba a abajo, debe repensarse. Y esta es la oportunidad. El conjunto de la valoración tiene un común denominador en todas estas consideraciones, y es una constatación de una infrafinanciación estructural del sistema sanitario y social. Y esto no lo digo yo desde mi perspectiva como experiencia en el consejo asesor ni de los años de trayectoria, esto ya lo dice la Comisión Europea. Es decir, la Comisión Europea recomienda que los fondos estructurales europeos para España vayan de forma finalista a financiar de forma estructural la sanidad. Porque, ¿qué pasa si está infrafinanciado el sistema sanitario?: que hay plantillas insuficientes. Es decir, en primaria y en hospitales las plantillas son insuficientes, según los ratios de necesidad, para la atención que deben dar. Hay falta de profesionales, pero no porque haya profesionales que no se formen aquí, sino porque básicamente los profesionales se van. Hay una fuga de profesionales importante, de médicos y de enfermeras, para otros países de la Comunidad Europea donde cobran el doble o el triple. Y esta fuga viene de hace años, porque las condiciones laborales… Y de ahí viene la competitividad que tenemos con el sistema sanitario en el conjunto de Europa, es por los salarios muy bajos, y esto nos pasa factura.
La infrafinanciación nos produce déficit de equipamientos y de infraestructuras: hospitales caducos, número de camas de críticos por habitante insuficiente, que lo hemos podido constatar después cuando hacen falta. Esta infrafinanciación repercute en una vigilancia epidemiológica insuficiente. Es decir, la salud pública como tal y la salud comunitaria ha sido una de las hermanas pobres del sistema, y cuando hace falta no tiene suficiente músculo como para poder orientar, seguir y controlar pandemias, cualquier pandemia de este tipo.
Y donde realmente encontramos una infrafinanciación muy importante es en el sistema social, que va absolutamente comunicado con el sistema sanitario, y nos lo hemos encontrado y lo tenemos con dos compartimentos estancos sin comunicación, y con unos convenios y un sistema de financiación que es absolutamente deficitario.
En el caso de Cataluña, que es un caso que evidentemente conozco y donde tengo mi actividad profesional, le debemos sumar además traspasos de competencias no completados, incumplimientos de fondos de cohesión por complejidad de atención sanitaria, etc. Y quiero ilustrar estas afirmaciones con algunos números, que evidentemente no son míos sino que son de hace un mes, por tanto muy actualizados, del Centro de Investigación en Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra, con el catedrático Guillem López-Casasnovas, en un estudio en el cual sitúa cuál es el gasto sanitario de España en referencia a su producto interior bruto en relación a Europa. Y nos encontramos que en relación a Francia y Alemania nos llevan 3 puntos del PIB. La media en España es 6,2, y en Francia y Alemania 9,3 o 9,5. Esto es mucho dinero. Pero si luego esto lo repercutimos dentro de España, hay unas diferencias que no son sostenibles: en el gasto de euros por habitante hay unas diferencias que no corresponden a la equidad. Cataluña tiene 1388 euros por habitante, al lado del País Vasco, donde tienen 1710; y la Comunidad Autónoma de Madrid está por debajo, a 1254. Luego vienen los problemas y decimos “¿de dónde vienen los problemas?”. Pues una parte importante viene de esta infrafinanciación. Y hay que saberlo, hay que saberlo porque, en el caso de Cataluña, tenemos esta doble infrafinanciación: la primera del conjunto del Estado, la segunda cuando el reparto es en el sistema de financiación de las autonomías, que castiga en este caso a Madrid y Cataluña. Y el cálculo de qué sería la corrección, según estos estudiosos, es de 4000 millones de euros anuales, que nos pondría en la media según el PIB, a nivel español, sin tener en cuenta la factura de la COVID, que puede subir. Ya me explicarán. Bien, todo esto hay que saberlo en esta comisión, porque es una de las causas importantes de los problemas. Seguramente en la Comisión Económica es donde evaluarán de dónde debe venir el dinero y cómo debe repartirse, pero yo creo que desde la perspectiva de sanidad debemos saber cómo esto repercute después en los servicios.
Este es el diagnóstico desde mi punto de vista. Ante este diagnóstico, ¿cuáles son las propuestas que yo como compareciente pongo sobre la mesa en este periodo pos-COVID? Tres líneas: una, evidentemente, la financiación estructural del sistema, no la puntual, no para el gasto puntual en un episodio puntual, sino temas estructurales. Y segundo es el cambio de modelo asistencial y residencial, es decir, más financiación sin cambio de modelo sería una pérdida de tiempo y no sería eficiente. Y tercero, una línea de innovación al servicio del sistema sanitario y social.
En lo que se refiere a la financiación, a nivel del conjunto del Estado el incremento debe ser como mínimo de 2 puntos del PIB, para situarnos en la media europea, y estaríamos por debajo de los países con los cuales nos podemos comparar. Pero esta financiación sanitaria del Estado, ¿dónde debe repercutir? ¿Para dar más músculo al Ministerio de Sanidad, como algunos apuntan? Bien, yo creo que la responsabilidad debe repercutir en quien tiene la prestación de los servicios. Y la prestación de los servicios según el estatuto de autonomía y según la actual Constitución está traspasada a las comunidades autónomas. Hay comunidades que quizás no la quieran. Esto es otro problema, es otro problema porque no debe ser obligatorio. Pero en comunidades autónomas como Cataluña, o Andalucía o las que quieran, o Madrid, donde hace más de 38 años que están traspasados los servicios, es donde están los servicios, donde se hace la prestación de servicios donde debe ir esta financiación. ¿Para hacer qué? Pues lógicamente, para incrementar el nivel salarial de los profesionales, primera cosa. O sea, no un aguinaldo porque lo han hecho muy bien durante la pandemia y les hemos aplaudido mucho, no, no. Vamos a colocar el nivel salarial de los profesionales sanitarios a nivel europeo, para que estén bien correspondidos, para que no se vayan, para que tengan posibilidades de hacer a la vez investigación. Vamos a adecuar plantillas, vamos a estabilizar las plantillas con los ratios que conviene. Vamos a poner equipamientos adecuados, con los respiradores adecuados, con las EPI, con las estructuras obsoletas que hace muchos años que no se reponen en muchos hospitales por falta de capacidad financiera. Hay que tener stocks para tener planes de contingencia, por si se repite, por si hay un rebrote, por si hay otras epidemias, stocks con capacidad de reserva. Hay que incrementar la salud pública y la salud comunitaria. Por tanto, hay que incrementar plantillas de vigilancia epidemiológica, hay que fomentar la salud comunitaria, y hay que financiar el sistema social.
¿Dónde está la financiación de la ley de dependencia que se aprobó en 2004? Vamos mal en el sistema social. Si hay una ley que ya no está financiada, que ha caído el peso de la financiación en las comunidades autónomas y que el Estado no ha cumplido, llevamos ya unos deberes pasados. Pero a pesar de estos deberes hay que buscar la financiación adecuada del sistema social para poderlo equiparar al sistema sanitario. Y aquí vamos con el modelo: es decir, un tema es la financiación, otro tema es el modelo.
El modelo debe pivotar sobre la atención primaria. Esto se ha dicho una y mil veces, pero el sistema general que tenemos es de hospital centrista, y debemos revertirlo hacia una atención primaria. Esto no pasará hasta que dediquemos el 25 % del presupuesto a la atención primaria y la convirtamos en el eje vertebrador y la dotemos de capacidades y de formación a los profesionales. Esto no se hace en un día pero hay que comenzar a hacerlo.
Hay que darle autonomía de gestión a los centros sanitarios, y darles a los clínicos capacidad de decisión, que lo hemos visto en esta pandemia. Cuando los hospitales se han organizado y los clínicos se han organizado lo han hecho de forma excelente; lo han hecho de forma excelente y han sido capaces de ser multidisciplinarios, y de golpe los corsés que tenían tanto enfermería como los médicos de “esto no es mío o esto no lo puedo hacer”, se ha podido hacer. Se han roto unos moldes, y estos moldes hay que aprovecharlos para dar capacidad de decisión a los clínicos.
Otro elemento clave del nuevo modelo es la atención domiciliaria. La atención domiciliaria debe ir sustituyendo progresivamente el tema de la atención residencial, y luego entraré, como también se ha ido incrementando con el tema de la hospitalización domiciliaria y la atención en el domicilio. ¿Dónde quieren estar las personas cuando se hacen mayores y están enfermas? En su casa. Si se les pregunta, al 85 % o 90 % de las personas que están en residencias les gustaría estar en su casa. Hay algunas que no podrán porque tienen un grado de dependencia elevado, pero las que pueden, y las que con un servicio social y un servicio sanitario coordinado y con las nuevas tecnologías puedan estar en casa, tienen que estar en casa con la atención necesaria.
Para ello se necesitan cambios legislativos y capacidades a las autonomías para poder legislar y regular, pero se necesitan cambios legislativos estructurales desde el Congreso de los Diputados, donde estamos hoy, con marcos estatales y un papel de coordinación, primero de los ministerios, para luego traspasar la gestión a quien le corresponde.
El modelo residencial: esto ha sido el talón de Aquiles de esta pandemia; ha puesto negro sobre blanco cuál es la situación. Pero es que la situación es porque ha cambiado la demografía. Tenemos una población mayor con mucha cronicidad avanzada. Lo que inicialmente tenía que ser de las residencias, que era el hogar de las personas mayores, resulta que con esta cronicidad avanzada es un hogar complejo el cual implica más intensidad de atención sanitaria, más intensidad. Pero esto hay que estratificarlo, hay que regularlo. No todas las residencias tienen que ser iguales. Igual que hay tipologías de residencias para pacientes grandes dependientes, para pacientes con discapacidad mental, para pacientes con discapacidad en general, tiene que haber en función de su patología. Porque en función de su patología necesitarán un tipo de atención sanitaria más compleja o más simple, y esto tiene que ir acompañado de una acreditación, de una acreditación y concertación que permitan luego la inspección y que no pasen cosas como las que nos hemos encontrado todos, que son realmente muy penosas en una sociedad avanzada como la nuestra.
¿Quién debe hacerse cargo de esta atención sanitaria? La primaria, la primaria. Y los equipos que están en las residencias deben integrarse con la primaria, y debe dotarse a la primaria de las capacidades y los recursos para poder seguir esta atención.
Por tanto, es un cambio muy radical en el modelo asistencial, pero es el momento de hacerlo, porque si repetimos la situación actual, con un rebrote de pandemia volveremos a estar allá en la misma situación dramática que hemos tenido en estos últimos meses. Esto debe facilitarse desde los ministerios, y la financiación debe ir ajustada también a la atención social, sanitaria y residencial, y naturalmente a quien lo gestione se le debe poder articular los cambios de este modelo.
Finalmente, para esta introducción inicial, el eje de la innovación: una de las consecuencias de esta crisis es que ha surgido gran innovación sanitaria por parte de las entidades, por parte de las empresas, y las nuevas tecnologías han aparecido. Debemos ser lo suficientemente inteligentes para captar esto, desarrollarlo y después implementarlo. Y estoy hablando de la teleasistencia, las visitas no presenciales, los big data también, con todas las cautelas que debe tener, y todas las tecnologías al servicio de la atención sanitaria.
Todo esto debe acompañarse de la creación de un tejido productivo alrededor del sistema sanitario con un partenariado público-privado que sea transparente, que evalúe el coste-efectividad, pero que realmente consiga desarrollar empresas innovadoras que permitan tener el stock de materiales estratégicos en general y que no nos vuelva a ocurrir lo que pasó.
También las innovaciones a nivel de procesos asistenciales, con integración de historia clínica, con un sistema integrado sanitario y social, y participación con cogestión de los ayuntamientos. Estoy hablando de muchas cosas que son complejas de desarrollar, pero que desde mi punto de vista es la oportunidad para empezar a abordarlas. Innovación, por tanto, en la gobernanza de los sistemas. Grandes cambios con gobernanza, grandes cambios a nivel legislativo, conceptuales y sobre todo presupuestarios. Es el momento ahora, saliendo de esta crisis, de decisiones valientes y de una apuesta por la sanidad pública y por un sistema de atención social que se centre en las personas, con estrategias propositivas y que vayan en la línea de promoción de la salud.
Y déjenme acabar con una frase de uno de los filósofos del siglo XXI más actuales como es Yuval Noah Harari, que dice: “Esta tormenta pasará, pero las decisiones que tomemos ahora podrían cambiar nuestras vidas en los próximos años”.
Preguntas de los grupos parlamentarios
Iñaki Ruiz de Pinedo Undiano (GEH Bildu)
Muchas gracias, señor Balcells. La verdad es que nos ha puesto muchos deberes, porque la visión de conjunto, yo creo que ha sido muy importante. Me quedo con un tema importante: uno de los aspectos positivos ha sido la versatilidad, la capacidad de versatilidad que han tenido las diferentes estructuras sanitarias, y que es una lección aprendida y que no tendríamos que dejar pasar en estos momentos; y uno de los elementos de innovación precisamente debiera ser estar preparados para esa versatilidad. De manera que, teniendo en cuenta que la estructura sanitaria es una estructura tan potente, tan fuerte, con unas inercias que es difícil darles el cambio, entonces yo me quedo con ese tema de que aquí hay que aprovechar esta situación que nos ha puesto las pilas en torno a la capacidad de respuestas versátiles, pero también hay que aprovechar eso para buscar la innovación, y en ese sentido.
Hablaba del tejido productivo, y entonces, aparte de todo el tema de financiación que nos ha estado comentando, ¿cómo aprovechar en este sentido, cómo desarrollar una industria, cómo desarrollar el tejido productivo, que lo tenemos totalmente desmantelado en el campo de la salud? ¿Qué pistas podríamos tener en este sentido cara a no ir en el sentido de la centralización sino de tener un tejido versátil, que se pueda remontar y rehacer la industria de la salud? Si tienen alguna pista en ese sentido. Sé que es difícil, pero por eso solo le voy a hacer una pregunta.
Josune Gorospe Elezcano (GP Vasco)
Gracias, presidenta. Buenos días, señor Balcells, y gracias por las explicaciones, por la exposición realizada.
Hay una afirmación que casi todos los ponentes están haciendo y en la comisión es algo como recurrente: se infravaloró la pandemia, se infravaloró cuando apareció en China, cuando apareció por Italia. Y yo creo que la pregunta es por qué. ¿La única respuesta es arrogancia civilizatoria de occidente, de Europa? Porque a mí me sorprende mucho, o sea, creo que tiene que haber alguna otra respuesta desde un punto de vista técnico-científico que lleve a pensar que era un escenario tan nuevo que se infravaloró porque estábamos ante algo desconocido. Porque si no, vamos a tener que retirarnos, si la única respuesta es la arrogancia.
Compartimos la reflexión de que se ha respondido tarde, indudablemente, pero tal vez no comparta tanto el que se hizo mal. Se hizo improvisando mucho porque era algo imprevisto, y desde luego nosotros hemos sido muy críticos, al igual que usted, con toda esa apuesta por el mando único, la centralización, y lo único que suponía, a nuestro juicio, era una injerencia en el bien hacer de las comunidades autónomas que tenían un largo recorrido de gestión del ámbito sanitario. Pero, bueno, a medida que ha ido avanzando parece que se ha ido acertando más en la respuesta.
Ha hablado usted de financiación y se ha referido a dos aspectos: uno, a los fondos europeos, y por otra parte a las diferencias de financiación que existen actualmente. En cuanto a los fondos europeos, una cuestión: decía usted que deberían destinarse de forma estructural, a financiar estructuras. Y la pregunta es: ¿van a ser estructurales los fondos europeos? Porque si no, igual tenemos un problema, si estamos ante fondos de naturaleza coyuntural y hacemos financiación estructural, podría haber ahí una divergencia de la naturaleza del fondo y de la inversión que se realice.
En cuanto a las diferencias del gasto por habitante y la financiación que existe: nosotros, desde Euskadi y Navarra, sabe que tenemos un régimen de financiación distinto, vía concierto o vía convenio, pero aun así y todo nosotros queremos poner el énfasis en que no es solo una cuestión de financiación, que también, sino también es una cuestión de políticas públicas que se vienen haciendo a lo largo de los años, y en las que se está acertando. No solo la financiación; nosotros ahora, en 2008 estuvimos en una situación crítica y ahora vamos a abordar una situación crítica también. Nuestro sistema de financiación es de riesgo unilateral y cuando las cosas vayan mal nadie va a venir a salvarnos. Nosotros vamos a tener que ver cómo derivamos fondos que hasta ahora iban a otros sitios para seguir manteniendo este sistema sanitario potente en Euskadi, donde el gasto por habitante es el primero del Estado.
Pero el segundo es Asturias, que está en el régimen de financiación general. Por tanto, yo creo que ustedes, quienes estén en el régimen común, entiendo que tendrán que hacer un análisis más certero, acertado del sistema de financiación, pero creo que es muy importante que la financiación debe ir acompañada por una apuesta firme, por unas políticas públicas determinadas, en nuestro caso dando prioridad a las políticas públicas en el ámbito sanitario y social.
Usted decía, y esta pregunta es buenísima y se la firmamos: ¿dónde está la financiación de la ley de dependencia? Es algo que está pendiente y nos encantaría que el Gobierno de una vez por todas resolviera una cuestión pendiente.
Y en cuanto al modelo decía usted que había que hacer un cambio radical, tanto en el modelo asistencial, y se ha detenido en el ámbito y en el modelo de las residencias, como también en el modelo sanitario. Nosotros estamos planteando desde el grupo si lo que tendría que haber es un nuevo modelo sociosanitario, tendría que haber una colaboración más próxima y más estable entre ambos modelos, o lo que tiene que haber es una convergencia y la creación de un nuevo modelo sociosanitario, no sé usted cómo lo ve.
En cuanto a la atención primaria, estamos de acuerdo en que se tiene que reformar, pero nosotros no consideramos que debe plantearse la atención primaria como algo que se enfrente al modelo de asistencia en hospitales. Consideramos que es una red integral que debe trabajar de forma conjunta creando centros de salud de alta resolución y teniendo también grandes inversiones en tecnología, en innovación en tecnología, que realmente es resolutiva en el caso de determinadas patologías. Y por tanto planteamos reforzar la atención primaria y también la salud pública, pero como complementario al modelo actual.
Y en relación a la reforma asistencial del modelo de residencias, también consideramos, como usted venía a decir, que hay que reforzar la atención domiciliaria, porque es cierto que donde muchas de las personas quieren estar es en sus casas, ¿pero no cree que debemos tener en cuenta también el nuevo modelo de familias? Es decir, vamos a cambiar y vamos a reformar un modelo asistencial a futuro, y en el futuro muchos de los individuos, muchas de las personas vivirán solas en sus casas. Tal vez tengamos que evolucionar también a un modelo asistencial que, además de las patologías sanitarias, tenga en cuenta los modelos sociales. No sé qué opina usted al respecto.
Gracias.
Guillermo Díaz Gómez (GP Ciudadanos)
Pues yo muy breve porque vamos a tener muy poco tiempo para las respuestas, y entonces solo le voy a hacer dos preguntas. Muchas gracias por su comparecencia.
Una: para no repetir preguntas que han hecho mis compañeros sobre las residencias, yo voy a ir a dos cuestiones que no creo que se pregunten, o por si acaso se las hago yo, pero para no reincidir voy a ir muy al grano. Usted ha dicho que se infravaloró la gravedad de la pandemia a la que nos enfrentábamos. Yo tengo una pregunta que es: ¿se sobrevaloraron, a lo mejor, las anteriores? Quiero decir, ¿se utilizaron términos muy gruesos en el pasado para definir situaciones menos graves que la anterior, y con lo cual esos términos (con términos me refiero a dar más protocolos a todo, o sea, estoy simplificando mucho la cuestión), de manera que vaciamos de contenido las alertas, llamando muchas veces a la ultragravedad de situaciones anteriores?
Y segundo: en el documento que nos ha pasado decía usted que hay que dinamizar los protocolos éticos en tiempos de crisis. Esta cuestión, a mi grupo parlamentario, a Ciudadanos nos parece fundamental. Ojalá no vuelva a suceder, ¿pero cómo cree usted que tendría que afrontarse en una próxima pandemia el hecho de que las personas no mueran solas en las UCI, como nadie debe morir?
Y para no quitar más tiempo, y la presidenta ha visto qué bien me he portado, termino ya. Muchas gracias.
Concep Cañadell Salvia (GP Plural – Junts)
Buenos días, doctor Manuel; en principio voy a ser breve, como nos ha pedido la presidenta. El tema de invertir o destinar más recursos del presupuesto en I+D+i, creo que es esencial, porque hemos tenido un problema de acopio de material, y creo que España, Cataluña tiene el potencial para producir ciertos materiales sanitarios que hemos necesitado y que los hemos tenido que comprar en el exterior. El papel que según usted tiene que jugar la primaria en el pos-COVID, y me gustaría lanzar una pequeña lanza en favor de que un hospital está formado por asistenciales y no asistenciales, y creo que también han tenido mucho que ver con la buena gestión de la gestión de la COVID, lo digo como no asistencial de un hospital, y creo que no usted, sino en todas las comparecencias se ha hablado poco y creo que también es importante.
Luego, la ley de la dependencia, cierto, el Estado no cumple con la financiación; usted ha dicho que la asumen las comunidades autónomas, y yo me atrevo a añadir que, aparte de las comunidades autónomas, también los ayuntamientos tenemos que asumir parte de lo que no está cumpliendo el Estado.
Y luego, si hay algún estudio, usted ha hablado de ratios, si tienen algún estudio sobre cuál sería el ratio óptimo de personal.
Gracias.
Francesc Xavier Eritja Ciuró (GP Republicano)
Gracias, presidenta. Buenos días, don Manuel Balcells. Mire, usted ha puesto encima de la mesa uno de los debates que creo que esta comisión debería trabajar, y como mínimo dar constancia, que es el modelo realmente de gestión de esta pandemia, que es la idea de qué papel ha jugado el Estado o el Ministerio de Sanidad en la gestión, si un modelo centralizado de gestión de la pandemia o un modelo que por otro lado otros grupos defendemos, un modelo que recaiga directamente sobre la gestión y decisión en comunidades autónomas, que es quien tiene las competencias. De hecho, usted ha alabado la capacidad que ha habido de adaptación, pero sobre todo desde la proximidad, desde la gestión de la proximidad, y quizás esto es uno de los valores que tendríamos que valorar. La capacidad de adaptación ante una situación tan grande ha sido gracias a la proximidad de los servicios sanitarios, en la resolución de las soluciones de que se tienen que dar cuenta.
De hecho, creo que esta valoración de si el modelo centralizado ha sido positivo se tiene que ver siempre sobre todo no tanto en clave política, que es donde caemos siempre, sino en clave realmente, por lo tanto, de eficacia y eficiencia, de resolución de todo este modelo.
Ha planteado en su documento también, o ha dado un ejemplo del modelo del Ministerio Federal de Salud de Alemania, que simplemente lo que hacía era coordinar el tema de la información, de centralizar la información. De hecho, una de las preguntas que quería comentarle es si usted, por ejemplo, cree que en ese sentido quizás uno de los grandes esfuerzos tenía que haber sido lo que sería la homologación, o como mínimo uno de los esfuerzos tiene que ser en la homologación o lo que sería la generalización de los criterios del sistema de información. Y en ese sentido, creo que el ministerio por aquí sería una de las funciones para reforzar.
Otra pregunta que quería hacerle es: para hacer frente a posibles rebrotes, ¿cree usted que en estos momentos se han previsto stocks o material de protección? Lo digo porque esto sí que sería una acción urgente. Estamos haciendo propuestas de futuro, pero creo que todavía no hemos salido de la COVID y hay posibilidades de rebrotes en pocos meses. Y por lo tanto, una de las acciones urgentes y que podríamos resolver es intentar acumular stocks de material, básicamente para que no nos vuelva a pasar lo mismo, creo que eso es un tema que necesita realmente de una emergencia.
Y finalmente, respecto al cambio de modelo de gestión residencial, compartimos totalmente sus planteamientos. Y básicamente, tener en cuenta, como ha marcado usted, que de hecho pivota en dos polos: por un lado el sistema sanitario y por otro el sistema social. Y por tanto, son dos modelos en estos momentos, son dos modelos, no solo y simplemente el sistema sanitario, sino el sistema social, y que dentro del sistema sanitario, sobre quien debe pivotar es la atención primaria, y dentro incluso del campo de los servicios sociales, del sistema social, de los servicios sociales. Por lo tanto, tiene que haber un consenso en el momento de plantear ese nuevo modelo en torno a esos dos sistemas, el sistema social por un lado y el sistema sanitario por otro.
En todo caso quiero decir que la complejidad se suma, en ese sentido de que tienen que coincidir o consensuar dos modelos de gestión sobre un mismo problema.
Muchas gracias.
Rosa María Medel Pérez (GP Confederal UP)
Muchas gracias, señor Balcells. Le vamos a hacer varias preguntas que nos llegan por el malestar de las mareas blancas y otros colectivos.
Ustedes aprobaron un decreto ley que establece el pago de 43 000 euros a hospitales privados por altas de pacientes en UCI independientemente de los días de estancia, y decían luego que estas empresas devolverían el dinero siempre que el beneficio fuera superior al razonable. Nos gustaría conocer su opinión sobre este planteamiento.
En segundo lugar, la siguiente pregunta nos llega por el malestar de los propios sanitarios. Hace escasos días ha renunciado a la Secretaría de Salud el señor Joan Guix, motivado por un contrato a Ferroser Servicios Auxiliares, una filial de Ferrovial, por un importe de 17,6 millones de euros. ¿Qué opinión le merece esta externalización de una función propia de la atención primaria? Porque sorprende, al ir en contra de las demandas de la sociedad de reforzar la sanidad pública, y especialmente la atención primaria.
En tercer lugar, ¿cuál cree usted que es el motivo de que en España la media del gasto en atención primaria por habitante y año sea de 202 euros, mientras que en Cataluña es de 106 euros, habiendo ido disminuyendo respecto de otras comunidades autónomas en los últimos años?
Y finalmente, ¿opina que las comunidades autónomas han entrado en competencia entre ellas en las compras de material?
Muchísimas gracias.
Juan Luis Steegmann Olmedillas (GP Vox)
Buenos días, doctor Balcells. Me llamo Juan Luis Steegmann, soy diputado por Vox, también soy médico, pero ahora ejerzo como diputado.
Mire, ya veo que ha asesorado usted a la Generalitat, porque he visto un documento del Consell Català de Salut, y aquí le voy a decir algunas cosas que me han gustado mucho de este documento, y le felicito. Por ejemplo, que dice, en el documento se dice que no solamente se ha infravalorado la epidemia o la pandemia, sino también los brotes epidémicos, lo dice textualmente. Y dicen ustedes que la globalización ha sido clave en la propagación del virus. Lo cual es el diagnóstico que hacemos desde nuestro grupo, y apoya la exigencia de nuestro grupo en lo que concierne a reforzar un plan microbiológico de vigilancia en nuestras fronteras y una detección pronta y cribado de infecciones a nivel local y regional. ¿Qué opina usted sobre esto?
Critican ustedes también, como nosotros, que no ha habido una voz científica –lo traduzco del catalán, que ya se me ha olvidado de mis tiempos de San Pau– consensuada, autorizada y reconocida en el ámbito de la salud. Es decir, que parece que ustedes dicen de alguna forma, pero a lo mejor me equivoco, que ahí no ha habido, que las sociedades científicas no han estado pronto.
Y en el ámbito del sistema sanitario catalán, aunque usted dice que hay ausencia de protocolos y pautas rigurosas, sobre todo supraterritorialmente –cómo no, echa la culpa un poquito al Gobierno central–, y dicen ustedes que había deficiencias en el análisis y la previsión de la importancia de la pandemia, con poca coordinación. Oiga, en la Generalitat ustedes tenían la experiencia de la clausura del Mobile. ¿Por qué las direcciones de salud pública de la Generalitat no advirtieron sobre esto?
Bien, y dicen además, y se autocritican, que ha habido descoordinación entre sus servicios de protección de la salud, la capacidad de respuesta de la red territorial catalana, la municipal y el sistema asistencial de salud. Es decir, que esto es su diagnóstico, no el mío.
Termino, señor presidenta. Por lo menos yo no le he oído autocrítica a la Generalitat, tampoco al ministro de Sanidad. Bueno, ustedes, y lo saludo, han criticado en su documento la inhumanidad del trato, de la falta de acompañamiento a nuestros mayores en la agonía. Eso demuestra una gran sensibilidad de su parte. Pero mire, doctor Balcells, usted no es especialista en unidad de cuidados intensivos, aunque le he visto con el respirador 3D, me parece muy bien: ¿qué valoración hace usted del documento que publicó la Sociedad Española de Medicina Intensiva, en el que decía que para hacer el triaje había que tener en cuenta la supervivencia libre de discapacidad y el valor social de la persona? Porque, incluso en el ministerio, en el documento ministerial, se dice que no se debe hacer decisiones valorativas sobre la supervivencia libre de discapacidad.
Y ustedes, finalmente, para terminar, dicen que –en Cataluña, supongo, no es las noticias que tengo yo– ustedes en Cataluña las decisiones duras de quién debe sobrevivir y quién no se han tomado con justicia y equidad y que el decidir sobre la supervivencia se ha tomado en pocas ocasiones. Es decir, ¿que cree usted que los ancianos de las residencias han tenido acceso a las UCI de una forma limpia?
Y termino en dos segundos: ¿usted conoce este documento, que son recomendaciones del CatSalut, en el que se dice que a personas mayores de 75 años se les ha negado el acceso a UCI por tener simplemente una clasificación de vulnerable? ¿Lo conoce usted? ¿Cuál es su opinión? ¿No han podido influir estas recomendaciones en el poco acceso a la UCI de los ancianos en Cataluña?
Muchísimas gracias. Le repito nuestro agradecimiento, doctor Balcells.
Ana Pastor Julián (GP Popular)
Muchas gracias, señora presidenta. Muchas gracias, señor doctor Balcells, por su intervención. Quiero decirle en primer lugar que el documento que nos ha hecho llegar es un documento que, a diferencia de otros que hemos recibido, hace un análisis importantísimo de lo que nos ha pasado y saca conclusiones. Y por lo tanto, le felicito por el documento, que, como le digo, es un documento muy completo y con un análisis pormenorizado basado en hechos objetivos, que esto es muy importante, como sabe, en medicina y en la vida.
La primera pregunta que le quiero hacer, doctor Balcells, es la siguiente: la Generalitat, usted preside el consejo asesor de la Generalitat, de sanidad, ¿les han llamado a ustedes, les han consultado para tomar decisiones? Porque me gustaría saber qué ha pasado en su comunidad autónoma, dado que a nivel estatal por aquí están pasando personas del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad pero ninguna de ellas ha sido consultada, que yo sepa, en esta crisis. Sin embargo, las personas que han asesorado al Gobierno no van a pasar por aquí. Esa es la primera pregunta, me gustaría saberlo, seguro que así es.
Usted, en el análisis que ha hecho ha tratado varios temas muy importantes. Y yo le voy a decir que en el diagnóstico que usted ha hecho estoy totalmente de acuerdo con usted, y por lo tanto hago mío lo que usted ha hecho de la parte diagnóstica. Y de la parte terapéutica, si me permite, ahí coincido en muchas cosas con usted; usted ha hecho una reflexión muy acertada –bueno, no quiere decir que con lo que yo no esté de acuerdo no sea acertado–, pero usted ha hecho un análisis pormenorizado del sistema de financiación. Ya sabe que a la sanidad se nos trata a veces como una maría, y cuando dices que eres médico o que eres gestor de la sanidad, la gente te mira con un cierto recelo porque duda de que seas realmente bueno para el sistema, y es verdad que se le trata siempre como a la hermana pobre, y por eso es muy importante analizar la financiación, el incremento de financiación, y luego la eficiencia del sistema. No aquello del “usted lo sabe”, los resultados en salud son clave también para hacer una valoración de a qué destinamos los recursos.
Por lo tanto, ha hecho un análisis de la financiación, ha hecho un análisis de la gobernanza del sistema, que a mí me obsesiona también, es decir, de cómo tenemos que cambiar, con las tecnologías que tenemos en este momento, la coordinación primaria, la hospitalaria y el sociosanitario. Y hay cosas que se pueden hacer que no cuestan mucho dinero. La parte de innovación que usted ha tratado maravillosamente, es decir, innovar. Pero la gente, cuando se habla de innovación, solamente hablar de innovación cree que es incorporar los protones en el tratamiento. No, la innovación también es en la parte asistencial, en la parte clínica, en la parte de coordinación de historias, en la parte –y le quiero preguntar– en materia de salud pública, que esa parte no la ha tratado, es cómo reforzar el sistema de salud pública de las competencias que tiene el Estado y la coordinación con las comunidades autónomas, que me parece fundamental y me gustaría también que usted nos contara una reflexión al respecto.
Ha tratado otro tema que trata en el documento pormenorizadamente, que es la parte ética. Usted ha hablado de las lecciones aprendidas. Y para mí, una de las lecciones aprendidas, en esta comisión se está hablando bastante poco de los pacientes, de las personas. Usted hace un análisis, habló de las cuatro olas: la ola de mortalidad y morbilidad, la ola de pacientes no COVID, la ola de pacientes de enfermedades crónicas y la ola del estrés postraumático. Y yo le añadiría, con perdón, una quinta ola, que es la parte ética de la pandemia, que me preocupa. Es cómo nos han tratado a los ciudadanos. Yo aquí ya no sé muy bien lo que soy, si soy médico, política o ciudadana fundamentalmente. Y el análisis de la pandemia lo he hecho también como ciudadana. ¿Usted cree que el tratamiento que nos han dado a los ciudadanos, con la información que se está dando, tanta información, todos los días, tan cambiante, genera confianza en los ciudadanos? Porque el paciente en estos días no ha estado en contacto permanente con su médico. Es decir, los ciudadanos no están en contacto con los sanitarios. ¿Usted cree que ese tratamiento ha sido el adecuado? Y luego, ¿qué consideraciones tiene con respecto a la protocolización que ha habido con respecto al tratamiento?; no solamente de las personas mayores, que me preocupa mucho, de las personas de residencias de mayores, y el análisis que usted ha hecho, sino una parte también sustancial que es la derivación que ha habido de pacientes –y termino ya, señora presidenta– desde que estaban en su domicilio, se les decía “quédese usted en el domicilio”, y a los siete días este paciente ingresa por urgencias, y de ahí va a la UCI. ¿Cree que esa derivación con carácter general, esa protocolización que le corresponde a la autoridad sanitaria única, que se ha llevado con eficacia, y desde el punto de vista ético, cree que es para sentirnos orgullosos como país? Porque esa parte ética de su documento es fundamental, de reflexionar también.
Y en último lugar, mi pregunta es: ¿cree que merecería la pena en un momento como este que todos los partidos políticos y todas las instituciones nos pusiéramos de acuerdo en, aunque solo sea cuatro o cinco cosas, ponernos de acuerdo en un pacto por la sanidad de este país?, que merece mucho la pena porque al final lo más importante lo hemos visto, lo importante es la salud.
Le felicito por su intervención. Discrepo en una cosa con usted, que es: hay que reforzar los servicios de salud, pero creo que el Ministerio de Sanidad y Consumo, hay que reforzar la gobernanza del sistema, yo creo que hay que hacer una agencia nacional donde estén las comunidades autónomas, formen parte de esa agencia y que haya gobernanza y reforzar el sistema de vigilancia epidemiológica y salud pública.
Muchísimas gracias.
Ana Prieto Nieto (GP Socialista)
Buenos días, doctor Manuel Balcells. Bienvenido a este grupo de trabajo perteneciente a la Comisión de Reconstrucción Social y Económica de España, Grupo de Trabajo Sanidad y Salud Pública. La verdad, nos ha hecho una exposición muy detallada y muy completa, que agradezco, al igual que agradezco desde aquí las del resto de comparecientes, que entre todos nos ayudan a comprender mejor y también a tener una visión mucho más transversal y para conseguir lograr un acuerdo, que es para lo que estamos aquí las diputadas y los diputados, desde el punto de vista por lo menos de nuestro grupo parlamentario, el socialista.
Le voy a hacer cuatro preguntas muy concretas y quizás no pueda quedarme a escuchar sus respuestas, lo lamento muchísimo, pero escucharé después por el vídeo lo que me responde.
La primera sería en cuanto a, usted habló de las plantillas insuficientes, es verdad que la temporalidad expulsa a profesionales del sistema y que hay que ir a una mejora de la contratación, hay salarios muy bajos. ¿Cómo se podría impedir la fuga de profesionales? Yo querría preguntarle en este sentido si tiene usted el cálculo de cuántos recursos habría que poner ahí.
Otra pregunta sería cómo se preparó Cataluña en relación a la reserva estratégica para la mitigación de los efectos de la pandemia.
También me gustaría si nos puede decir si considera usted que Cataluña estaba preparada en términos de reserva estratégica.
Y la última pregunta, si cree usted que desde el ministerio hay un papel concreto en cuanto a la definición, es decir, qué tipo de elementos, cuántos, trajes, guantes, gafas, EPI, respiradores, etc., quién define eso, la compra, el almacenamiento, el suministro, el pago de su coste. O si esto es algo en lo que solo deben intervenir las comunidades autónomas.
Muchísimas gracias.
Respuestas
Hay muchas preguntas, procuraré ser sintético, y a menos veinte que puedan estar en la otra comisión. La primera pregunta del diputado Ruiz de Pinedo, del Grupo Bildu, sobre la versatilidad y cómo aprovechar la innovación en el tejido producto. Casualmente después el representante de Vox lo comentó, hay una experiencia propia en Cataluña y desde el centro tecnológico en el cual trabajo respecto a cómo aprovechar la innovación con nuevas tecnologías para hacer respiradores.
Ante la necesidad inminente de respiradores que había nos pusimos en marcha un conjunto de ingenieros, médicos, profesionales, para desarrollar con nuevas tecnologías, aprovechando la experiencia en 3D, para coger un modelo de una universidad americana en abierto para desarrollar en pocas semanas un respirador 3D útil, efectivo y que pudiera dar respuesta a las necesidades de la pandemia. Y digo abierto para todas las comunidades del mundo que puedan tener este problema. Eso se ha consolidado en una innovación, que ha recibido el precio Industria 4.0 estos últimos días, y que por suerte no hizo falta ponerlo en marcha de forma sistemática, porque el techo de la epidemia llegó al límite de la capacidad de UCI instalada, que era el triple en Cataluña de la previa. Y no hizo falta. Pero todos los hospitales tienen este respirador y otros.
Bueno, esto debe quedarse, porque al igual que esto fue una iniciativa conjunta para desarrollar nuevas tecnologías, hay empresas que han surgido para hacer respiradores, para hacer bombas de infusión, para hacer batas, para hacer mascarillas. En Cataluña era un poco sorprendente, donde una industria textil de toda la vida no podía hacer batas ni mascarillas, porque venían de China. Entonces, los industriales catalanes del textil, antes esto, dicen “hombre, pues lo podríamos hacer nosotros”. ¿Qué pasaba y qué pasa, también?, que es un motivo de reflexión también aquí. No hay mecanismos reguladores, acreditadores de calidad para poder acreditar estos productos sanitarios, que es una de las deficiencias que creo que también deberíamos solventar.
Por tanto, hay pistas para aprovechar la innovación, para desarrollar empresas vinculadas al territorio que puedan dar respuesta y que puedan estar alineadas para productos considerados esenciales. Creo que es una pista.
Respecto a las preguntas del Grupo Vasco, arrogancia, yo diría que es lo que tiene el presidente Trump, o Bolsonaro. Es decir, primero es la negación, arrogancia, una orientación de la crisis sorprendente. Yo creo que aquí en España no hubo arrogancia, lo que sí es que se infravaloró. ¿Por qué motivo? Yo creo que se valoró tarde y no se hizo caso de lo que pasaba en Italia, cuando en Italia ya era un drama, cuando ya teníamos conocimiento de que en Italia era un drama, y se adoptaron las medidas de forma dubitativa tarde, porque el confinamiento, esos quince días de retraso quizás es la diferencia entre Portugal y España, o entre Grecia y España. Quizá, no sé. También es verdad que el comportamiento del coronavirus ha sido una incógnita para todos los científicos, y han ido aprendiendo a medida que han ido pasando las cosas. Pero la OMS lo infravaloró. Y lo que pasó en China no se valoró suficientemente, pero lo que pasó en Italia era muy cercano ya. Entonces, yo no creo que fuera por arrogancia, sino por dudas o quizá por no tener criterios epidemiológicos muy claros.
Cuando hablamos de financiación estructural, es un poco semántica la diferencia. Es decir, estamos acostumbrados a que la financiación estructural europea es para estructuras. Ahora ya no, con el sistema de restress(?) europeo, la financiación europea ya va para la innovación, para proyectos y para servicios.
Yo, cuando hablo de financiación estructural en sanidad, me refiero a no coyuntural para pagar la factura de la COVID, es decir, hemos incrementado servicios, valen 4000 millones, aquí está este dinero puntual para cubrir estos servicios, sino para ir básicamente a las plantillas adecuadas, para los salarios adecuados, para el equipamiento adecuado, para la amortización adecuada, para tener los aparatos de resonancia nuclear magnética donde hace falta. Me refiero a esta financiación estructural.
Evidentemente entre el sistema foral de Navarra y País Vasco y el sistema común hay mucha diferencia. Yo creo que en Cataluña hay mucha gente que quisiera un sistema fiscal propio, porque con un sistema fiscal propio juegas a las verdes y a las maduras, naturalmente, pero tienes tu capacidad propia para poder incrementar, si conviene, y para poder ajustar el gasto sanitario.
Lo que es evidente es que hay una diferencia notable por el gasto por habitante, y esto repercute en la tensión para poder una calidad determinada.
Ley de dependencia: está claro que es una asignatura pendiente y no podremos avanzar de una forma estable desde la perspectiva de una atención social y sanitaria sin la pata social un poco más musculada, y la ley de dependencia es un instrumento más que debe cumplirse.
¿Hace falta un nuevo modelo sociosanitario? Sí, desde mi punto de vista, sí, vinculado al sistema social. Es decir, cuando hablamos de atención domiciliaria intervienen recursos sanitarios e intervienen recursos sociales. Y cuando hablamos de la soledad, que es la gran enfermedad de presente y de futuro, suficiente como para que Inglaterra tenga un ministerio de la soledad, estamos hablando más de patología social que genera patología sanitaria. Por tanto, la línea es muy indivisa y se debe abordar de una forma integral.
Respecto a la pregunta de Ciudadanos, ¿se sobrevaloraron las anteriores? Quizá sí, pero en cualquier caso los avisos desde Italia, desde China ya, pero desde Italia eran muy llamativos ya. Y yo creo que debemos aceptar que se infravaloró, se fue tarde. Y ya está. Y que no vuelva a pasar. ¿Se fue tarde adrede? No, por supuesto que no. ¿Pero se infravaloró? Sí. ¿Se equivocaron los epidemiólogos? Sí, también se equivocaron los economistas en la crisis de 2008 y 2010, ¿o no? Pues aquí también se equivocaron. Y de los errores se aprende. Pero hay que aceptarlo y ver la relatividad para que no vuelva a pasar.
Protocolos éticos en tiempos de crisis: la doctora Pastor también lo comentó, la ética debe estar presente. No hemos hecho suficiente ejercicio para poder afrontar estas situaciones que se han presentado de la soledad ante la muerte, del acompañamiento en el final de vida y la atención en las UCI. Y esto ha sido un drama. Ha sido un drama que ha habido que adaptar sobre la marcha. Y luego hablaré también de los ingresos en la UCI. Pero sí, debe haber una reflexión profunda sobre los comités de ética asistencial y preparar protocolos para que los profesionales puedan estar preparados y no tengan que improvisar sobre temas tan graves. Y esto ha pasado en general.
En la intervención de JxCat: ¿hay que incrementar recursos de I+D+i? Sí. Pero esto debe ir acompañado de una estrategia general de innovación de un país, de un Estado, porque si no, siempre son palabras. Esto debe acompañarse de una estrategia acompañada de un presupuesto. Es importante tener instrumentos para poner en valor tanto la innovación como esta investigación. En general España, y en este sentido Cataluña y Madrid son los dos focos, tienen un nivel de investigación biométrica altísimo, de primer nivel europeo. Pero en cambio, a nivel de innovación esto baja inmediatamente, porque no se traduce, no va una traslación al mercado. Y esto debe solucionarse.
La ley de dependencia, evidentemente ya lo hemos hablado. ¿El papel del Estado no lo ha asumido? Sí lo han asumido también los ayuntamientos, lo ha asumido el Gobierno de la Generalidad en este caso, y suerte de los ayuntamientos. Es decir, los ayuntamientos juegan un papel importantísimo en atención social. De hecho, es su competencia, el comedor domiciliario, el acompañamiento, etc. Por tanto, debemos ir coordinados con esta fuerza que ellos representan.
¿Los no asistenciales tienen papel? Claro que tienen papel. Evidentemente en una exposición así corta, no da tiempo, pero han conseguido transformar un gimnasio en una UCI en cuestión de horas. Han sido, yo creo, los héroes. Las señoras de la limpieza han estado ahí al pie del cañón y han sido grandes protagonistas. Y cuando hablamos de personal sanitario, yo los pongo a todos en el mismo cajón.
A las preguntas del Grupo Republicano, yo hablaba de Alemania, el modelo alemán, el modelo de los Länder alemanes es un modelo federal de verdad. Allí el ministerio ha hecho un papel de coordinación, y la decisión la han tenido los Länder, la decisión y la gestión, incluso en los desconfinamientos, en su propia gestión. ¿Hubiéramos ido mejor con este modelo? Es una pregunta, es una pregunta. Mi opinión es que la proximidad es un grado muy importante. La subsidiariedad es un grado importante, sobre todo cuando durante muchos años la experiencia en la gestión, en las compras, la ha llevado en el caso de Cataluña, Cataluña. Por tanto, ha sido extraño esto y no ha sido eficaz. Y podríamos poner ejemplos de cómo han llegado los materiales de protección, los EPI y han llegado los respiradores, y han llegado los materiales que hacían falta, no han llegado por la vía del Gobierno central, quizá un 15 %, el resto ha sido comprado por las comunidades porque tenían sus canales; e incluso con encargos previos que no habían llegado porque las fronteras ya se habían cerrado.
Por tanto, ¿qué tiene que hacer el ministerio, desde mi punto de vista? Coordinar, facilitar sistemas, organismos notificados, que se llama, para poder acreditar mascarillas, etc.
Y frente al rebrote: ¿hay stocks suficientes, hay que hacer una acción urgente? Sí hay que hacer una acción urgente. ¿Hay stocks? No, no hay stocks, si estamos saliendo de la crisis, estamos aún utilizando stocks. ¿Sabe cuántas mascarillas se utilizan por semana en un hospital medio? 25 000 mascarillas en un hospital medio.
Preguntas de Unidas-Podemos, que eran muy concretas: yo no estoy en la gestión diaria del sistema de salud de Cataluña, naturalmente, yo no estoy en nómina del Departamento de Salud, yo soy presidente de un consejo asesor para orientar la estrategia de futuro del modelo sanitario. Pero conozco bien las preguntas que me hace y las responderé.
Se han pagado las UCI del sistema privado que han ayudado a solventar las crisis igual que se pagan en el sistema público, igual. Es decir, el precio de alta es el mismo. Esas son afirmaciones del director del Servei Catalá de la Salut. Han pagado lo mismo. ¿El sistema privado ha ayudado? Sí, y mucho. Gracias al sistema privado se ha podido llegar a una situación de estabilidad con camas y con UCI. ¿Y cómo se les ha pagado? Igual que se le paga al sistema concertado, que es un sistema público en Cataluña.
¿Ha dimitido el doctor Guix por el tema de Ferrovial? No, absolutamente no. Son informaciones absolutamente tergiversadas. Conozco mucho al doctor Guix, y él lo ha manifestado y lo ha dicho públicamente. Tenía muchas ganas ya de cerrar esta etapa por problemas de salud.