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Enrique Roca Cobo

Presidente del Consejo Escolar del Estado

4 de junio de 2020

Intervención

Agradezco a sus señorías la invitación, que me permite exponer en esta comisión las reflexiones y propuestas del Consejo Escolar del Estado ante esta pandemia y sus efectos en la educación. La COVID-19 ha provocado la suspensión de las clases presenciales desde el inicio de la declaración del estado de alarma y han tenido que ser sustituidas por la educación a distancia. La preparación de los centros educativos y del profesorado para afrontar un uso universal de los materiales, los procedimientos y los medios informáticos se encuentra en España en un momento todavía no consolidado. Además, el acceso del alumno a la red y a los dispositivos de conexión imprescindibles para la enseñanza a distancia es muy desigual y afecta de modo particularmente negativo a los alumnos de entornos socioeconómicos menos favorecidos, quienes son, a su vez, los que tienen recursos más limitados y mayores dificultades para acceder a las clases virtuales.

Dicho esto, no se puede afirmar que este curso está perdido, de ningún modo. En los dos primeros trimestres las clases presenciales, los aprendizajes y las evaluaciones funcionaron con normalidad. Además, el esfuerzo que han hecho el alumnado, el profesorado, las familias y las autoridades educativas por mantener la enseñanza y el aprendizaje, en línea con los medios disponibles, ha sido excepcional. La necesidad de la educación a distancia y el uso de los medios telemáticos no va a desaparecer en el momento en que se puedan reanudar las clases presenciales. Incluso cuando se reanuden de modo generalizado va a ser imprescindible un muy notable esfuerzo para que todos los centros educativos, todo el profesorado y todo el alumnado puedan acceder a un uso eficaz de los medios informáticos, de la red y del trabajo telemático. Hay que resaltar, al mismo tiempo, que las dificultades en el aprendizaje, tanto en la educación presencial como a distancia, son diferentes según las edades y las etapas educativas y según el acceso y uso distinto de los medios telemáticos.

Por otra parte, los alumnos y alumnas más desfavorecidos son aquellos cuyas familias se encuentran en el cuartil inferior en las escalas de estatus social, económico y cultural. Este alumnado ha sido, es y probablemente será el más afectado por las dificultades de aprendizaje, la repetición de curso y la no obtención del título de la ESO, como expondré a continuación. A su vez, dentro de este grupo desfavorecido se produce también la brecha digital en mayor medida, las dificultades de acceso a Internet y a los ordenadores o dispositivos en el hogar, de modo que el efecto del coronavirus castiga más rigurosamente a este alumnado, como lo hace con sus familias, si se trata del empleo o de los recursos para sobrevivir con dignidad. Afrontar estos retos exige reorganizar escuelas, espacios, aulas; mejorar los métodos pedagógicos y el trabajo en equipo del profesorado; replantear de modo efectivo y real la igualdad de oportunidades de todo el alumnado, y, naturalmente, estos esfuerzos requieren otro extraordinario de inversión, al que me referiré al final de mi intervención.

Dicho esto, les propongo estos cuatro o cinco apartados de mi intervención, que trataré muy brevemente -trataré de ser muy breve-, y que, como ven, recorre algunos de los aspectos esenciales de nuestra educación básica y obligatoria -fundamentalmente básica y obligatoria- y una consideración acerca del nivel educativo que ha alcanzado nuestra población adulta, que es uno de los indicadores de impacto a medio tiempo de la eficacia del sistema educativo, pasados unos años en los que los alumnos ya abandonan las aulas definitivamente, y, finalmente, una muy breve reflexión sobre la inversión económica.

Con respecto al primero de los apartados, la promoción de curso en primaria y secundaria obligatoria, se ha propuesto ya desde el Consejo que en este curso ningún alumno o alumna se quede atrás por los efectos del coronavirus. Se trata de que pasen de curso todos, con la información precisa de su rendimiento, de modo que aquello imprescindible que no haya podido alcanzarse ahora, pueda ser recuperado al inicio del próximo curso. Esto, que es tan excepcional en España y que causa tan gran preocupación en algunos sectores de la opinión pública, es lo que viene pasando en buena parte de los sistemas educativos de los países que hemos analizado en el estudio del Consejo que hemos puesto en marcha.

Como ven en este gráfico, en siete de los países considerados -hemos considerado, como ven, los países anglosajones, Norteamérica y el Reino Unido, algún nórdico y otros países de nuestro entorno centroeuropeo, como Alemania-, en todos esos países la repetición al finalizar la primaria, después de seis años de primaria, afecta entre el 1 y el 4 % del alumnado. En muchos casos, en el 96-98 % de los alumnos, pasan de curso y terminan la primaria con la edad que les corresponde. En el caso español, la repetición al final de primaria se ha mantenido en torno al 12 o al 14 %, es decir, multiplicamos por cuatro o por cinco estas cifras, desde el año 2000 hasta el año 2019. Y esta repetición ha venido castigando de modo muy especial a los alumnos del cuartil inferior del estatus socioeconómico. Hay datos precisos de distintos estudios internacionales en los que se comprueba que prácticamente la mitad de los alumnos que se sitúan en ese cuartil sufren especialmente la repetición, mientras que los alumnos más favorecidos, cuyas familias se encuentran en las posiciones más elevadas del estatus social y económico, prácticamente no tienen problemas de repetición o son muy excepcionales, similares a los de otros países.

Esta situación ha dejado de ser así en otros países como Francia, y me permito presentarles esta comparación entre los datos españoles y franceses. En Francia, hace tan solo ocho o diez años la repetición era un problema, un mal -hablaban del mal francés, como también hablamos del mal español- similar al nuestro. Había elevadas cifras de repetición, también en Italia, en Portugal y, naturalmente, en España. Pero, fíjense, la evolución que ha tenido en Francia, a partir de una normativa del año 2014-2015, que ha conseguido tener cifras de repetición prácticamente similares a las de los países más avanzados, como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido o los nórdicos. Fíjense que en cada curso de primaria el porcentaje de alumnos se sitúa -prácticamente en todos, salvo el primero- por debajo del 1 %; es decir, que en un colegio que tenga cuatro grupos de alumnos en cada uno de los cursos, solo uno de los cien alumnos del colegio repite ahora en Francia. En España esas cifras se sitúan, como ven, entre 2 y 3 puntos por curso y, claro, al acumular, los franceses llegan en torno a un 3 % y en España llegamos al 12 %. Si vamos a secundaria, las cifras son mucho más abultadas y el contraste mucho más llamativo. En Francia están consiguiendo mantener ese nivel de repetición en torno al 0,4 o 0,5 %, un poquito más elevado en el tercero de los cursos de secundaria, y en España, sin embargo, estamos en torno al 10 % en esos tres años y, por tanto, acumulamos al final de la secundaria, cuando llegamos al final de la ESO, un porcentaje de alumnos repetidores que se aproxima al 30 %, como enseguida veremos. De modo que en la totalidad de esos países, aunque solo les pongo esta gráfica, no alarma que el paso de curso este año pueda ser automático, porque lo es prácticamente, porque afecta a un número muy reducido. Allí los alumnos pasan, van con su edad y reciben los apoyos durante el curso para que puedan pasar con lo imprescindible y, si no es así, el siguiente curso se inicia con los informes precisos para que los alumnos puedan recuperar lo que sea necesario.

En cuanto a educación secundaria obligatoria, me permito aquí traer las cifras de las tres últimas ediciones del estudio PISA -del 2012, 2015 y 2018-, que, como saben, entre otras de las muchas informaciones que da, constata cuántos alumnos que hacen el ejercicio a los quince años han repetido al menos una vez desde primaria hasta los quince años. Como ven, España se sitúa a la cabeza de esta comparación internacional que hemos hecho. Hay otros países que tienen algún resultado similar o peor que el de España, pero no ocurre así con ninguno de estos que utilizamos en la comparación y, además, en todos estos países se está produciendo una reducción como consecuencia de la actuación reciente, muy acelerada, en la repetición. Claro, esto afecta a alumnos que hasta pasados diez años no hacen la prueba. La normativa que ha ido cambiando y en la actualidad les ha ido afectando a los más pequeños. Los que se presentaron este año todavía conservaban planteamientos como los nuestros, más antiguos, y por eso todavía las cifras no son tan bajas. Pero fíjense que en Reino Unido, en Suecia, en Canadá o en Estados Unidos ese porcentaje de repetidores al final de la secundaria obligatoria es inferior a los quince años.

Las razones por las cuales la promoción de curso no mejora en España son diversas. A juicio del Consejo Escolar del Estado, dichas razones y las medidas que sería necesario adoptar en España para disminuir la repetición son las siguientes. Naturalmente, estoy hablando sobre reflexiones que hacemos en el Consejo respecto a estas medidas y, si finalmente las adoptamos en forma de propuesta, lo haremos formalmente a las autoridades educativas. Primero, habría que reconsiderar los excesivos contenidos de los curriculum, su enseñanza y, sobre todo, que el alumnado adquiera los aprendizajes imprescindibles. Estos aprendizajes que nos acompañan toda la vida son los que deben adquirir en esta formación básica que les permita luego afrontar la ciudadanía, su formación, su vida laboral, su vida social, etcétera. Estos aprendizajes deben estar en muy estrecha relación con las competencias básicas que se han de trabajar desde las diferentes áreas. Segundo, entendemos que estos aprendizajes, más la renovación metodológica y el trabajo en equipo del profesorado, deberían pasar a ser objetivo principal al que deberían responder la dotación de docentes, la organización del trabajo del profesorado, y la dotación a todos los centros y a todo el alumnado de los equipos informáticos necesarios. Y tercero, entendemos que debería hacerse posible una auténtica reorganización de los espacios, de las aulas, junto con los métodos de trabajo, para hacer posible la práctica de la codocencia, la docencia presencial y la docencia a distancia cuando sea necesario, e incluso cuando se pueda reanudar la presencial, poder aprovechar el enorme poder de la tecnología, si somos capaces de disponer de los medios y de utilizarlos bien.

Paso al siguiente apartado, el título y la certificación al final de la ESO, y lo subtitulo o pongo «futuro formativo”. En España, en los últimos diez años -viene de más atrás, las cifras eran peores-, cerca del 25 % del alumnado no ha podido obtener el título de la ESO y, en consecuencia, no ha podido seguir cursando estudios posteriores, para los cuales es necesario esta habilitación que da el título. Eso ha afectado, igual que la repetición, a los alumnos desfavorecidos en una proporción muy elevada y, en la mayoría de los casos, estos alumnos, como digo, quedan sin ningún futuro formativo y sin preparación suficiente para afrontar, con mínimo éxito, las demandas del mercado laboral y los puestos posibles que tengan la más mínima exigencia de cualificación. Hay que evitar a toda costa que esto siga siendo así en los próximos cursos, a nuestro entender. Esta variedad que supone el título español no existe en ningún país de los considerados, en ninguno. Existen certificaciones, exámenes externos, pruebas, etcétera, pero con todas ellas se certifica lo que el alumno ha trabajado, el nivel que ha conseguido y con esa certificación se orienta a los alumnos, con un carácter más o menos prescriptivo, en una dirección formativa u otra. Pero todos tienen futuro formativo, todos los alumnos pueden seguir vías académicas, como las nuestras en los bachilleratos, vías de formación profesional y vías que yo me permito titular, si sugiriéramos una vía parecida en España, como una tercera vía que existe en todos los países, que en muchos casos lleva el nombre de aprendizaje, aprendizaje profesional, que daría una cualificación de primer nivel a todos los alumnos que transitaran por ella porque su expediente académico no lo permitiera.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, estamos discutiendo la propuesta de una certificación, que el título se convierta realmente en una certificación, como ocurre en el resto de países, en los que se certifica lo que los alumnos han hecho a lo largo de su trayectoria académica hasta llegar a este último año de la secundaria obligatoria. Y, en función de la certificación obtenida, de los resultados académicos en las materias, en las áreas, en las competencias, etcétera, que formen parte de esa certificación, el alumno será orientado, según su capacidad, sus expectativas y también sus deseos y posibilidades, a aquella formación que pueda seguir y en la que pueda aprovechar, sea esta -ya digo- más académica, más profesional y, dentro de las profesionales, un nivel nuevo que proponemos, que sería la solución, a similitud de lo que acaban de implementar, por ejemplo, en Portugal, en Francia y en Italia, y que existe desde hace ya tiempo en los países nórdicos y en el mundo anglosajón, en los que ni siquiera hay tal barrera. Como saben todos ustedes, sobre todo por los jóvenes del high school norteamericano, también del canadiense y del Reino Unido, todos llegan al final, todos obtienen su certificación y todos tienen futuro formativo. No todos, evidentemente, pueden ir por la vía académica, porque no han tenido la preparación suficiente, pero todos tienen futuro formativo. Se trataría de que en nuestro país ocurriera algo parecido.

Y voy ya avanzando para terminar, brevemente.

Con respecto al abandono, saben que el abandono temprano de la educación y la formación es un objetivo europeo que se empieza a estudiar en los años 2003, 2004, 2005, se aprueba en el 2006-2007 y desde hace ya más de una década es un objetivo fundamental, que, dicho en positivo, consiste en que más del 90 % de los jóvenes alcance los estudios de secundaria superior, es decir, nuestros bachilleratos y nuestros ciclos formativos de grado medio, y, por tanto, tengan esa formación que les prepare para, o bien seguir estudios superiores, o bien acceder con una cualificación ya importante al mundo laboral.

La cifra de abandono en España ha disminuido en los últimos años de manera notable -estábamos cerca del 30 % al principio de este siglo-, del 28 en 2010 al 17 % en 2019. Aun así, nuestras cifras siguen siendo, con mucho, muy superiores a las del resto de los países considerados, muy superiores a la media europea; nuestra cifra de 17 % de jóvenes españoles que sufren este problema multiplica casi por dos o tres la de los países con abandono más modestos, como Suecia, Países Bajos, Francia y Alemania, y también la de la media europea, que se sitúa ya en el 10 %. Solo Italia y el Reino Unido, que están descendiendo relativamente en estas cifras, están en un horizonte más próximo al español, pero muy alejados, estamos 7 u 8 puntos por debajo.

Hay diversas razones que explican el abandono. Una, desde luego, la primera, es la que acabo de señalar. Fíjense en esta figura, nuestros alumnos de dieciséis años, en el curso 2017-2018, si hubieran ido bien en la ESO, estarían todos empezando bachillerato, ciclos formativos o algo similar. Pues bien, poco más del 50 % de esos alumnos estaban haciendo el bachillerato, solo un 4,6 % estaban haciendo ciclos formativos y el resto, o bien repitiendo en la ESO, tratando de continuar en la ESO, o en la formación profesional básica, que forma también parte de una de las vías de la ESO, o eran adultos o población simplemente no escolarizada. Es decir, entre un 30 y un 40 % de nuestros jóvenes, como no obtiene el título, no puede seguir estudiando. Además, una parte importante de los que sí pueden, aun pudiendo, no realizan ciclos formativos de grado medio, o los realizan en muy poca proporción. Por tanto, es una preocupación doble, que puedan y que además sea suficientemente atractivo, que haya oferta, que haya medios suficientes y que los alumnos puedan cursar si demandan esa oferta. Por tanto, hay que tener en cuenta estas circunstancias, que son muy importantes.

Detrás del abandono no solo hay razones educativas, que son importantes y las acabo de señalar, también las hay en el entorno familiar y económicas, que son más complejas y en las que no entro por brevedad. Todos conocen mejor que nosotros la oferta económica que existe. Si hay mucha oferta de empleo de baja calidad, de baja cualificación, normalmente los alumnos dejan el sistema pronto y se van a ese empleo; es decir, influye la economía. Pero me voy a referir, además de a la educativa, a una particularmente importante, que es el nivel de estudios de la familia, particularmente de las madres. Estos datos salen de las fuentes oficiales que manejamos de la Unión Europea, de Eurostat y de las encuestas de población activa del INE español. Fíjense, aquellos alumnos cuyas madres no tienen ninguna titulación, ningún estudio, que en el mejor de los casos han cursado primaria pero que a veces ni siquiera lo han acabado y solo tienen estudios primarios, aquellos alumnos cuyas madres están en esa situación en un porcentaje del 42 % de promedio no siguen estudiando, en el caso de los chicos es del 47 %, y en el caso de las chicas, de las alumnas, es del 35 %. Sin embargo, si las madres tienen ya la titulación equivalente a la ESO, esa cifra disminuye a la mitad, y si tienen educación secundaria superior, bachillerato o ciclo formativo, disminuye a la cuarta parte, del 42 pasamos al 10 %. Y, finalmente, si las madres tienen estudios superiores, tanto profesionales como académicos, el abandono prácticamente no existe. Como ven, la cifra media es el 4 %, el 2 % de las chicas y el 6 % de los chicos. Es decir, el abandono está estrechísimamente vinculado al entorno familiar, no solo al entorno económico, social y cultural, y afecta fundamentalmente, como decíamos, a esos alumnos que comienzan sus dificultades con la repetición de alguno de los cursos de primaria o secundaria, las continúan con la no obtención del título, en muchos casos, y terminan abandonando el sistema educativo. Por tanto, habría que darle solución.

Con respecto al nivel educativo finalmente alcanzado, hay un indicador muy tradicional que viene manejando la OCDE desde sus primeros indicadores educativos en los años noventa, y es el nivel educativo que alcanza la población de veinticinco a treinta y cuatro años, saber cuántos ciudadanos de veinticinco a treinta y cuatro años -es decir, jóvenes todavía, ciudadanos jóvenes que han abandonado el sistema educativo, incluso alguno de ellos todavía no lo ha abandonado del todo- han llegado a alcanzar al menos la titulación de CINE 3, o sea, la clasificación internacional nivel 3, nuestro bachillerato o ciclos formativos. Pero, fíjense, -y, además, aquí podríamos pensar en la educación como ascensor social-, en España nuestro ascensor pasa del 65 al 68 % en la última década, ha subido poco y se ha dejado a un tercio de los jóvenes españoles de esa edad que no ha alcanzado la titulación. En Portugal, el proceso de mejora es espectacular, como en otros indicadores, en los propios resultados PISA, etcétera; fíjense que ha pasado de una cifra bastante inferior a la española, el 52 %, al 72 % en esta década. En los otros países el avance es también positivo, en algún caso próximo al español, pero, claro, parten de cifras muy superiores. Nosotros tenemos el 32 % de los jóvenes que no ha alcanzado esa titulación, mientras que en Estados Unidos no llega al 10 % -el 7 o el 8 %-, e igual ocurre en Canadá y en la mayoría de los países europeos de nuestro entorno; es decir, aquí el objetivo europeo está conseguido, casi todos los ciudadanos, casi todos los jóvenes de veinticinco a treinta y cuatro años, el 90 % prácticamente, ha alcanzado ese objetivo de formación secundaria superior.

Y paso a la inversión en educación. Conocen bien las cifras, y yo no voy a insistir mucho en ellas, simplemente quiero resaltar que, con respecto al nivel alcanzado en torno al año 2010-2011, que rozamos el 5 % del PIB, hemos pasado al 4,1 %; este último año hemos recuperado algo y hemos pasado al 4,25 %, pero estamos en unas cifras, como ven, que suponen una pérdida de 0,8 puntos del PIB, que es una pérdida muy notable y habría que hacer un esfuerzo muy importante para recuperarla. La cifra que habría que invertir es extraordinaria, pero como lo son todas las que se están barajando para hacer frente con éxito a la reconstrucción del país. Y me permito decir, tomando una expresión del libro La riqueza de las naciones, de Adam Smith, que seguramente comparten sus señorías conmigo, que la mayor riqueza de las naciones seguramente está en la formación de nuestros ciudadanos. Una nación es rica si sus ciudadanos están bien preparados. En caso contrario, no lo es tanto, a no ser que tenga ciertas circunstancias que puedan favorecer cierta riqueza, aunque no suele ser lo que caracteriza a las naciones más avanzadas y más prósperas. Es importantísimo hacer una inversión muy notable para que los recursos que son necesarios para llevar a cabo un auténtico plan de choque permitan garantizar una educación en igualdad de oportunidades, y particularmente un acceso a todos los niveles de la educación del alumnado en riesgo de exclusión. Dichos recursos deberán permitir combatir las diferencia socioeconómicas y la brecha digital, también la brecha digital, porque es imprescindible combatirla si queremos que nuestros alumnos prosperen adecuadamente. Todo esto lo estamos discutiendo y tratamos de poderlo facilitar a las autoridades a mediados de junio.

Dos propuestas más. Antes de en la educación obligatoria, en la educación infantil hace falta hacer un auténtico esfuerzo para que todos los niños puedan ser escolarizados, si las familias lo demandan, todos sin excepción. Desde los cero, uno y dos años hay que hacer un auténtico esfuerzo, porque el futuro de esos niños está comprometido realmente desde la más temprana edad; si socializan y si tienen acceso al entorno educativo desde la más temprana edad, tienen éxito, y toda la evidencia científica lo demuestra.

Y un segundo esfuerzo. Decía antes que hay que ofrecer plazas suficientes de formación profesional en todos sus niveles, también en esta vía nueva que proponemos. Hay que conseguir que cualquier alumno que desee formarse -y hemos de conseguir que todos deseen formarse entre los dieciséis y los dieciocho años- pueda acceder naturalmente al bachillerato, pero también a la formación profesional, que es muy complejo ofrecerla universalmente, y además en ramas suficientes para que sea atractiva en todos los lugares. Es muy complejo, es muy difícil, pero es un reto que consideramos que es fundamental.

Y acabo, esta ya sí que es mi última frase. Las evaluaciones y la investigación señalan que los resultados del alumnado mejoran notablemente si las familias y el conjunto de la sociedad manifiestan unas elevadas expectativas sobre su éxito. Sería muy positivo que desde esta cámara, que representa a todos los ciudadanos, se expresara un nítido reconocimiento del valor de la educación y una elevada confianza en el sistema educativo español, en su profesorado y en su alumnado, tanto por medio de declaraciones específicas como sobre todo, si me lo permiten, mediante la adopción de las decisiones presupuestarias precisas, que es donde se expresa la real voluntad política en favor de un determinado sector. Muchas gracias.

Preguntas de los grupos parlamentarios

Tomás-Guitarte-Gimeno

Tomás Guitarte Gimeno

GP Mixto ( Teruel Existe)

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Josune-Gorospe

Josune Gorospe Elezcano

GP Vasco

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Martín-Llaguno,-Marta--(GCs)

Marta Martín Llaguno

GP Ciudadanos
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Baldoví-Roda,-Joan--(GPlu)

Joan Baldoví Roda

GP Plural (Compromís)
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Sabanés-Nadal,-Inés--(GPlu)

Inés Sabanés Nadal

GP Plural (Más País)
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Cañadell-Salvia,-Concep

Concep Cañadell Salvia

GP Plural (Junts)
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Rosique-i-Saltor,-Marta--(GR)

Marta Rosique i Saltor

GP Republicano

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Mena-Arca,-Joan--(GCUP-EC-GC)

Joan Mena Arca

GP Confederal UP
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Fernández-Roca-Suárez,-Carlos-Hugo--(GVOX)

Carlos Hugo Fernández-Roca Suárez

GP Vox
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Santamaría-Ruiz,-Luis--(GP)

Luis Santamaría Ruiz

GP Popular
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Martínez-Seijo,-María-Luz--(GS)

María Luz Martínez Seijo

GP Socialista
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Tomás Guitarte Gimeno (GP Mixto, Teruel Existe)

En primer lugar, quiero pedir disculpas por haberme incorporado tarde. No sé si lo que voy a preguntar ha sido tratado o no, pero, en cualquier caso, sí me gustaría saber su opinión sobre el proyecto que expuso el ministro de Universidades no hace muchas semanas en distintas comparecencias en Comisión. Nos habló de utilizar la enseñanza universitaria como un recurso para solucionar el problema de despoblación en la España menos desarrollada. Nosotros le presentamos un proyecto que era un pilotaje demostrativo de cómo esas enseñanzas universitarias pueden contribuir a, primero, dotar de las mismas oportunidades de conocimiento a todos los habitantes de esta otra España y, segundo, repoblar y transmitir confianza a toda esa población. Me gustaría saber si lo ve viable. Yo recuerdo todavía las prácticas universitarias en muchos pueblos. No sé ve viabilidad, por ejemplo, a nuestra propuesta de crear en Teruel un campus experimental donde todas las universidades de España de forma reglamentada y fija hiciesen prácticas durante, no ya la universidad permanente, sino durante todo el año apoyándose en el centro UNED que hay en Teruel y la propia Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, que serían los valedores universitarios de todo ese proceso. Nos gustaría saber si cree que la universidad puede hacer algo en ese sentido y contribuir a este nuevo reto del equilibrio territorial también desde la universidad.

Josune Gorospe Elezcano (GP Vasco)

Gracias, presidente. Buenas tardes y gracias, señor Roca y señor Gómez, por las explicaciones dadas.

Para el Partido Nacionalista Vasco la educación universitaria y la educación en todas sus dimensiones es una prioridad de país para el desarrollo de una sociedad avanzada, humanista, inclusiva e igualitaria. Nosotros sí utilizamos la expresión ascensor social, porque cuando se apuesta por ella, sube pero si dejamos de hacerla, baja. Está bien tener en cuenta que el ascensor, efectivamente, sube y baja si no se hace esa apuesta fuerte, si las instituciones no hacen esa apuesta.

Dicho esto, tenemos que volver a insistir en que tenemos miedo, pavor, a que en el contexto de la pandemia y de la reconstrucción y las medidas para salir de esta situación, que en muchos ámbitos son absolutamente necesarias, se aproveche el viaje con ánimo recentralizador. El Partido Nacionalista Vasco apuesta por armonizar las distintas políticas sectoriales para armonizar en el ámbito europeo, incluso en política universitaria. Esa es nuestra referencia de marco de trabajo. Consideramos que lo que no puede ser es el contexto de la pandemia para dar pasos hacia atrás en un Estado compuesto, en un desarrollo de competencias que han funcionado bien, con un Estado descentralizado. Creemos que debemos seguir en esa línea.

Compartimos la interpretación que los dos hacían de las debilidades en cuanto a conexiones, sistemas para conectarse online, y que afectaban a las personas más desfavorecidas, la incapacidad de muchas personas para conectarse, las amenazas que existen de que colectivos especialmente vulnerables queden excluidos. En Euskadi tenemos una tasa de abandono escolar inferior al 7 %, usted ha dado los datos de Europa, pero para nosotros es fundamental esta lucha. Entendemos que la pandemia ha supuesto unas fortalezas en el ámbito de poder mostrar la capacidad que el sistema ha tenido para poder adaptarse a una situación tremendamente imprevista, acelerada y muy difícil de abordar, ha mostrado una fortaleza en ese sentido y tenemos que seguir luchando con ella con las oportunidades que surgen. Yo les diría que nosotros pedimos que se respete el ámbito competencial, es fundamental, porque, si no, sería entrar en una controversia, en una discordia que no tiene sentido en este contexto.

Por preguntarles alguna cuestión en relación con aspectos que han abordado y la financiación, me gustaría conocer su opinión. Siempre nos referimos, y se utiliza mucho como indicador de inversión no solo en el ámbito educativo, sino también en el ámbito sanitario y en otros ámbitos, al porcentaje sobre el PIB para ver que, efectivamente, se está bien o mal, y no sé si ustedes creen que ese es el indicador correcto. A mi juicio, es muy peligroso, y explico por qué. Siempre se dice el 5 % sobre el producto interior bruto, el 6 % o el 7 %, y pensamos que esa ratio solo se da cuando la inversión pública crece, pero no solo crece en ese sentido, porque cuando el producto interior bruto baja, que es lo que va a pasar, va a parecer que la inversión y el esfuerzo inversor es mayor; es decir, hay variables distintas. ¿No consideran que hay algún otro indicador que pueda ser más importante para considerar cuál es realmente la inversión y si es acertada? Porque durante los próximos años, manteniéndose constante el esfuerzo inversor en educación parecerá que ha crecido. Sin más. Gracias por las explicaciones dadas.

Marta Martín Llaguno (GP Ciudadanos)

Buenas tardes, bienvenidos, señor Roca y señor Gómez. Han comparecido ustedes en calidad, uno de representante del Consejo Escolar del Estado, que me gustaría recordar que es el máximo órgano de participación de la comunidad educativa y tiene carácter consultivo, y usted ha venido en representación de la CRUE, que es el máximo interlocutor en estos momentos con el Gobierno de las universidades.

Como tengo muy poco tiempo, me voy a ceñir al tema de esta Comisión, que es tanto el problema de la COVID como el tema de la desescalada, porque qué mejor ocasión que la crisis educativa que hemos pasado para que ambas instituciones hayan ejercido las tareas para las que están, que les tienen encomendadas. Y aquí van mis primeras preguntas. A mí me gustaría saber, en el contexto de la emergencia educativa que hemos pasado, cuántas veces se ha dirigido el Gobierno, con sus respectivos ministerios, a ustedes para pedirles asesoramiento y en qué términos, qué papel han tenido ustedes como órganos consultivos y asesores, si han recabado los ministerios correspondientes sus opiniones, a través de qué formatos y si les han encargado informes ad hoc sobre el tema de la pandemia y la pandemia educativa que ha generado. Les hago esta pregunta concreta porque he tenido contacto con algunos rectores y con algunos consejeros de Educación y me han dicho que, por ejemplo, en el caso de la CRUE la comunicación ha sido vía carta y además con muchas rectificaciones, lo cual ha dificultado en muchos puntos la actuación de las universidades, y en el caso del Consejo Escolar del Estado me consta que ustedes han convocado dos reuniones de las que han salido dos documentos: uno con siete puntos y otro con veinte puntos muy concretos, y aquí van mis siguientes preguntas. ¿Creen ustedes que el Gobierno ha seguido las recomendaciones que les dieron? En concreto, con respecto al Consejo Escolar del Estado, ustedes dijeron que todas las medidas que se tomaran se pudieran adoptar para garantizar la equidad y la justicia en la evaluación del alumnado y deberían ser comunes para todo el territorio español. ¿Qué opinión le merece la orden que ha cargado sobre las comunidades autónomas esta decisión sin un amparo jurídico de determinar qué pasa y qué no pasa con los alumnos?

Con respecto a las universidades, Castells sacó un mes después de la crisis también unas recomendaciones bastante ambiguas sobre los temas de evaluación y calidad de la docencia, dejándoles a ustedes en este caso en concreto, a las universidades, toda la responsabilidad. Me gustaría saber si cree que el Ministerio les ha dado garantías jurídicas a las universidades y a los profesores que han tenido que evaluar, si esta falta de directrices ha podido generar alguna desigualdad entre los estudiantes y entre las distintas instituciones y qué repercusiones pueden tener.

Voy ya a la segunda parte, que es el futuro, es la desescalada, porque la semana pasada, después de más de dos meses de que nosotros, mi grupo parlamentario, lo llevara pidiendo, nos enteramos de que la ministra Celaá tenía una reunión con el señor Simón para establecer los criterios para poder volver a las aulas, que tenemos que estar volviendo ya porque se tiene que preparar el curso en julio. En el caso de Castells no tenemos constancia de que se haya reunido, se ha reunido con mucha gente, pero no sabemos si se ha reunido con Fernando Simón o no. Aquí me gustaría decirle que en el caso de la educación no universitaria es grave, pero es menos grave, porque ha habido una rectificación del decreto de alarma el día 25 de mayo, pero en el caso de la educación universitaria no y no se ha permitido la asistencia presencial. Tienen ustedes la EBAU ya, yo creo que están rezando en el ministerio porque caiga fuera del estado de alarma, pero si pasara cualquier cosa, ¿qué garantías jurídicas tienen? Me gustaría saber también si se han puesto en contacto con sus respectivos ministerios para tener una seguridad jurídica y para saber en manos de quién se va a garantizar, no solamente la seguridad física de los profesores, del PAS, de los docentes, de los estudiantes, sino también la seguridad jurídica de los docentes universitarios y de los profesores, que vamos a tener que estar haciendo funciones que hasta ahora no nos competían.

Tenía más preguntas, pero ya se las haré por escrito. Muchas gracias.

Joan Baldoví Roda (GP Plural, Compromís)

Moltes gràcies, senyor president. Les haré un par de preguntas, una a cada uno. Esta Comisión tiene que sacar conclusiones para que los poderes Legislativo y Ejecutivo, en definitiva, puedan ayudarnos a salir de la crisis. En este sentido, le pregunto al señor Cobo, hemos visto los números que usted ha dado, en muchos casos a mí me sorprendían, ¿cree que una de las causas es que estemos por debajo en inversión pública en educación? Y la segunda es una consideración. Ha hablado usted que desde aquí tendríamos que empezar por hacer una consideración a la profesión docente, a la educación en general, yo creo que no sé si sería el mejor momento porque deberíamos empezar por prestigiar la profesión de político, y sobre todo en los últimos tiempos.

El señor Villamandos ha dicho cosas muy interesantes, primero, porque no ha empezado por el dinero, aunque ha acabado refiriéndose a él y me parece bien, pero sí que ha dicho cosas interesantes. Yo creo que hay una recomendación que sí se puede hacer y es la de las trabas administrativas a la investigación. Yo creo que eso clama al cielo y es una cosa que debería aparecer en las recomendaciones. Se ha referido anteriormente el compareciente de la Federación Española de Municipios y Provincias al tiempo y las trabas administrativas. Por otro lado, está la tasa de reposición, yo creo que esto en ayuntamientos y en otras instituciones públicas también clama al cielo que se pueda hacer.

Por último, tenemos el proyecto de ley de medidas de urgencia en el ámbito social y económico y hemos presentado alguna enmienda. Ahí hay una cosa que creo que les compete a ustedes, el profesorado asociado. Este profesorado muchas veces es asociado porque fuera del ámbito académico tiene la profesión. Algunos de ellos como consecuencia de esta crisis se han quedado sin trabajo, por lo que le pregunto: ¿cree que se debería relajar el requisito de que ahora mismo estuvieran en activo puesto que muchos de ellos han perdido su trabajo? Esta sería una de las cosas que deberíamos implementar los políticos desde ya. Moltes gràcies.

Inés Sabanés Nadal (GP Plural, Más País)

Muchísimas gracias por la información y por las exposiciones que nos serán seguramente de enorme utilidad a la Comisión, recordando que no estamos en una sesión de control al Gobierno, que tiene sus comisiones, tanto Universidad como Educación, aquí estamos intentando analizar los efectos del COVID y post-COVID y qué medidas de urgencia deberíamos de tomar.

A mí me han gustado mucho tanto sus intervenciones como las propuestas, creo que hay un diagnóstico muy acertado, por cierto, persistente, y eso es bastante preocupante, de desigualdad en educación y, por tanto, como estoy muy de acuerdo con las medidas, me gustaría plantearles dos o tres preguntas que tienen más que ver con la propia universidad y con el propio sistema educativo que con la reglamentación, las medidas o lo que -y ya he dicho que estoy de acuerdo- deberíamos tomar. En primer lugar, para los dos intervinientes, ¿cuánta fortaleza tenía el sistema universitario y el educativo en cuanto a abordar una situación que en otros países ya se ha avanzado mucho de equilibrio entre lo presencial y no presencial? ¿Cuánta fortaleza tenía nuestro sistema, que se ha visto tan desbordado por una situación de estas características?

En segundo lugar, la parte que se refiere al abandono temprano, certificaciones, futuro formativo y cómo eso afecta a la población más vulnerable. Y esta pregunta es combinada. ¿Qué observación hacen de esto en el sistema universitario? ¿Cuánto abandono se produce por tasas, porque vienen ya de una situación vulnerable? ¿Tiene relación el sistema universitario con el no universitario para seguir identificando la vulnerabilidad del sistema, que excluye alumnos vulnerables por distintos motivos, muchos, unos porque tienen que trabajar y estudiar, otros porque no pueden pagar las tasas y otros porque no pueden abordar los desplazamientos ni los costes de estar haciendo una formación universitaria fuera? Quería saber si tienen identificado esto en el sistema universitario, al igual que en el no universitario, y si tiene relación entre ambos.

Quería agradecerles de nuevo sus recomendaciones, que, sin duda, atenderemos.

Concep Cañadell Salvia (GP Plural, Junts)

Buenas tardes, señor Roca y señor Gómez. Seré breve. El señor Roca creo que en su intervención ha mencionado la palabra y la importancia de socializar. ¿Cómo cree que afectará a los alumnos esa nueva normalidad de la que estamos hablando en cuanto a las medidas que se han tomado respecto al COVID, el no contacto, la distancia entre personas y el hecho de haber estado más de medio curso en casa? También, ¿cómo visualizan el desarrollo del próximo curso? Se está hablando, esperemos que no pase, que en el mes de octubre puede haber un posible rebrote. ¿En qué medidas están trabajando?

Por otro lado, haber reducido aportaciones en el presupuesto de I+D+I, ¿creen que nos ha perjudicado a la hora de dar una respuesta más rápida a las necesidades del sistema sanitario? Y me gustaría saber si el teletrabajo en las escuelas y en la universidad ha llegado para quedarse, porque creo que si el COVID tiene una parte positiva igual es esta. Gracias.

Marta Rosique i Saltor (GP Republicano)

Yo sí que voy a repartir, primero, la intervención en la cuestión planteada por el Consejo Escolar, aquí sí que queríamos hacer algunas preguntas, sobre todo relacionadas con el plan de reapertura de los centros, ya que esto también ha generado bastante controversia, fundamentalmente por aspectos de la gestión del Gobierno español que no han tenido en cuenta el reparto competencial. Nos preguntamos qué medidas básicas propondría para el próximo curso para garantizar la igualdad de oportunidades y paliar y evitar el incremento de la brecha social, económica, digital, si serían unas medidas extraordinarias coordinadas entre las administraciones con competencias educativas, dotadas siempre de presupuesto extraordinario, qué actuaciones imprescindibles debería incorporar y qué dotación económica cree que sería la mínima para abordar esta propuesta de plan de choque y con qué criterios de distribución.

Por lo que se refiere a la cuestión universitaria, sí que nos gustaría plantear algunas propuestas que ya hemos venido haciendo también al ministro de Universidades y que nos preocupan. Hay algo que nos vemos obligados a repetir de forma constante, que es que, evidentemente, todo lo que hagamos en materia de universidades se debe hacer con total y absoluta coordinación con las comunidades autónomas que tienen las competencias transferidas, esto siempre sin interferencia alguna. Compartimos la necesidad de aumentar la financiación de la educación superior, evitando la precarización y con retorno a la sociedad, por eso, creemos que es urgente revertir cualquier tipo de recorte que se hubiese aplicado con la excusa de la crisis del 2008, poniendo el foco sobre todo en la necesidad de inversión de I+D+I, algo que se ha demostrado que es más importante que nunca después de la crisis que estamos viviendo. También creemos imprescindible cumplir con los traspasos pendientes con la Generalitat de Catalunya, la Generalitat Valenciana y el Govern de les Illes Balears, en este caso en materia de becas y ayudas al estudio, creemos que es necesario poner sobre la mesa la sentencia del Tribunal Constitucional del 2001 que avala esta cuestión y que compromete al Gobierno a transferirlas, esto también creemos que se debería hacer acompañado de la financiación adecuada.

Sin duda, también defendemos que hay que acabar con la brecha económica en el acceso a los estudios superiores, por eso, vemos con buenos ojos las reformas en el sistema de becas que se han hecho recientemente y del nuevo sistema de precios públicos, pero sí creemos que hay algunos matices que nos gustaría compartir con usted y es que parece haber una tendencia de los gobiernos españoles de aprobar decisiones que suponen luego un esfuerzo económico para las comunidades autónomas que no se acompañan con recursos económicos para estas. En el modelo de precios públicos, que, de hecho, se publicó ayer en el BOE, se especifica que en la medida de lo posible se destinarán recursos. Esto nos preocupa y nos gustaría también saber si lo han comentado también con el ministro para que no sea en la medida de lo posible, sino que sea una realidad.

Quiero aprovechar también esta intervención para celebrar que hoy se ha aprobado una reducción de las tasas del 30 % en Cataluña, con el nuevo decreto de precios públicos, que era algo que parecía que costaba conseguir, pero que, finalmente, con la movilización social hemos conseguido que sea una realidad.

Respecto a lo que ha comentado antes el compañero Baldoví es algo que a nosotros también nos preocupa, que es la cuestión de emergencia con el profesorado asociado. Nuestra propuesta como grupo parlamentario en ese sentido es ampliarlo hasta septiembre de 2021. Lo comentamos al ministro de Universidades, lo pasó a la ministra de Trabajo, la ministra de Trabajo lo ha pasado ahora al ministro de Universidades y parece que es algo que se va haciendo bola y que no acabamos de resolver.

Termino aquí. Muchas gracias por su comparecencia y esperamos sus respuestas.

Joan Mena Arca (GP Confederal UP)

Gracias, presidente y buenas tardes, señor Roca y señor Gómez. Gracias también por sus explicaciones, que seguramente nos serán de mucha utilidad a la Comisión.

Yo quería comenzar señalando el esfuerzo del profesorado en una situación sobrevenida, donde nadie se esperaba que estuviéramos sufriendo lo que estamos sufriendo estos días, creo que han estado a la altura de lo que la sociedad española necesitaba de todo el profesorado, también del personal interino. Por eso, yo vuelvo a insistir, porque lo estamos haciendo también respecto al Gobierno, en la necesidad de dar respuesta a la situación de los empleados públicos temporales de larga duración, especialmente después de la sentencia del TJUE.

Esta pandemia ha situado en el lugar que les corresponde a los servicios públicos, en primer lugar a la sanidad pública, pero también a la educación y a la universidad pública, creo que nos ha puesto a la sociedad ante un espejo, hemos visto las deficiencias que tenía el sistema educativo, las deficiencias que tenía el sistema universitario español, pero también las potencialidades que tenemos a partir de aquí. Es cierto que los recortes de los gobiernos del Partido Popular en los últimos años han situado al sistema educativo español en uno de los que presentan mayor segregación educativa de toda Europa, eso nos preocupa muchísimo al Grupo de Unidas Podemos, y han impedido que la educación hoy cuente con las herramientas necesarias para hacer frente a esta pandemia. Yo me conformaría con que saliésemos hoy de esta sesión con dos compromisos: el primero, que nunca más haya recortes en educación, tampoco en universidad, y que se reviertan aquellos recortes que se han hecho en los últimos años.

Yo le querría recordar también a la diputada de Esquerra Republicana que los recortes no los han hecho solamente los gobiernos del Partido Popular, en Cataluña hemos sufrido también los recortes educativos y universitarios de Esquerra Republicana y de Junts per Catalunya, y ha sido gracias a la presencia de un ministro como el ministro Castells que se han podido corregir esas desigualdades que en Cataluña parecía que se habían eternizado.

El segundo compromiso es que se fortalezca la educación pública, porque es la que se ha demostrado que tiene que ser la columna vertebral de nuestro sistema educativo, y es la que detecta y después corrige todas esas desigualdades. Para ello, necesitamos, primero, acabar con el cierre masivo que se ha hecho en los últimos años de plazas públicas; sin ir más lejos, hemos conocido esta semana que la Comunidad Autónoma de Madrid tiene la intención de cerrar 14 000 plazas públicas de educación, nos parece un disparate y nos parece que la señora Ayuso y Ciudadanos, que gobiernan la Comunidad de Madrid, no han aprendido nada de lo que esta pandemia nos ha traído. En segundo lugar, necesitamos incrementar el profesorado para poder rebajar también las ratios, no solamente por cuestiones de higiene sanitaria, sino también que venga para quedarse, porque la rebaja de la ratio sirve también para mejorar la calidad de nuestro sistema educativo. Y, en tercer lugar, lo decían ustedes dos, y nosotras estamos de acuerdo, hay que dotar a la educación pública y a la universidad pública de los recursos necesarios.

Quería dirigirme también al señor Gómez. Igual que pasa en educación -creo que la pandemia ha dejado al descubierto los déficits de nuestro sistema educativo-, el principal objetivo tendría que ser recuperar los niveles de accesibilidad, que todas las clases populares puedan acceder a la universidad pública previos a los recortes del Partido Popular; ahora la universidad tiene que ser un agente dinamizador del nuevo modelo económico que necesitamos en España en su papel de ser una pieza fundamental generadora del conocimiento.

Hay dos elementos fundamentales sobre los que debemos seguir trabajando en esta etapa post-COVID: el primero -y quería saber si ustedes tienen alguna propuesta al respecto- es reducir la precariedad del profesorado en las universidades, que es de las más altas de toda la Unión Europea y que, evidentemente, impacta directamente en la calidad de nuestro sistema educativo, y el segundo es consolidar el sistema de financiación de las universidades, que es un elemento fundamental para situar la universidad española a la altura de los retos del siglo XXI. Gracias.

Carlos Hugo Fernández-Roca Suárez (GP Vox)

Muchas gracias a los comparecientes por su exposición. Señorías, como profesor de universidad, en mi caso de máster, me preocupa muchísimo la calidad de nuestra educación. Coincido con el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas en que hay muchísimo que mejorar, pero el panorama de nuestros escolares es aún peor si cabe, la calidad de la enseñanza, para desgracia de los alumnos, se ha visto degradada en estos últimos años. Uno de los principales problemas en la enseñanza son a veces los prejuicios ideológicos. A mí en mi asignatura nunca se me ocurriría vulnerar un principio como es el de neutralidad política, pero es que esto no es algo generalizado, es condenable el adoctrinamiento ideológico al que están sometidos los alumnos españoles, en Cataluña por ejemplo, incumpliendo en algunas ocasiones preceptos constitucionales como el artículo 27 de nuestra carta magna. No voy a entrar en detalles, pero sucede con la persecución en algunas ocasiones del español, que es una evidencia, por ejemplo, en Valencia, que mi familia es de allí. Si queremos reconstruir el sistema educativo, deberíamos proteger a nuestros alumnos de cualquier conducta que se aleje de lo dispuesto en nuestro marco constitucional. Espero que esta reivindicación se prevea en la igualdad de oportunidades, a la que ha hecho alusión el presidente del Consejo Escolar del Estado. Si no teníamos suficiente con todo esto, sufrimos la crisis sanitaria del virus de Wuhan, una crisis educativa también, que ha acentuado si cabe los problemas de la educación en España.

Dicho esto, me preocupa de una manera importante qué va a pasar con nuestros escolares y con nuestros universitarios. El presidente del Consejo Escolar ha comentado que el curso no está perdido y ha resaltado la importancia de la familia. En eso no podemos estar más de acuerdo. Bien es cierto que esta desgracia sin precedentes en España ha abierto una ventana de oportunidad, que es la enseñanza online, tanto para alumnos como para profesores, por lo tanto, consideramos que deberíamos apostar por ello, sin rebajar, obviamente, los estándares de calidad de la propia enseñanza. Me gustaría saber qué medidas se van a adoptar desde el Consejo Escolar para que estos alumnos finalmente no pierdan el curso académico, y esta solución no debería contravenir lo dispuesto en la Constitución ni con los principios de mérito ni capacidad.

Señorías, en relación con la Formación Profesional y universidades nuestro grupo parlamentario ha registrado una serie de proposiciones no de ley. Como denominador común a esas dos proposiciones no de ley proponemos un protocolo coordinado con las comunidades autónomas para lograr una respuesta común y equitativa a los problemas de los alumnos de Formación Profesional y Formación Profesional Dual y en el marco universitario, armonizar los criterios de actuación en las universidades españolas respecto a las prácticas curriculares, así como trabajos de fin de grado y de máster.

Nos preocupan muchísimo los millones de alumnos que no han podido asistir a sus centros de estudio y han realizado toda la actividad educativa a través de métodos tecnológicos. En el marco de la enseñanza universitaria hemos propuesto la realización de prácticas entre los meses de junio y septiembre para permitir a los alumnos la consecución de sus logros académicos sin que ello suponga prolongar su estancia universitaria; promover la exención circunstancial de la necesidad de tener cumplimentados todos los créditos como requisito indispensable para la presentación de sus trabajos de fin de grado o de máster; promover la creación de un protocolo común de actuación que incluya los procesos y métodos de evaluación para aquellos trabajos de fin de grado y trabajos de fin de máster cuyas materias sean eminentemente prácticas. Los alumnos deben tener la oportunidad de modificar la línea de investigación de los citados trabajos sin que eso les suponga un perjuicio en sus notas.

A modo de finalización, y evitando hacer un abuso de la palabra, coincido con lo que ha comentado el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas en que hay que declarar como actividad esencial la investigación para coadyuvar en la economía del conocimiento, es fundamental. Por lo tanto, emplazamos al Ministerio de Universidades a trabajar para que la educación en España sea un referente a nivel mundial. Muchas gracias.

Luis Santamaría Ruiz (GP Popular)

En primer lugar, quiero felicitar a los comparecientes por su intervención, agradecerles la amabilidad que han tenido al enviarnos previamente el contenido de la misma y por dejarles al margen de cualquier disputa política. Y ya que se ha hecho referencia al no compromiso inversor del Partido Popular, hablaré de la comunidad de la que vengo, que es la Comunidad Valenciana, donde en veinte años de gobierno del Partido Popular se han construido más de 440 colegios, donde se ha hecho una universidad, la Universidad Miguel Hernández de Elche, y donde con un alcalde y diputado del Partido Popular la de Castellón. Solo por dejarlo bien claro.

Señorías, esta es una valoración, para el Partido Popular la educación es la llave del futuro, no solo de nuestros hijos, sino también del futuro de nuestro país, del futuro de España. En ese sentido, nos vemos obligados, y esto es un balance que no espero que ustedes tengan la necesidad de comentar, a hacer un balance muy negativo de la acción del Gobierno durante esta pandemia en materia educativa.

Como tengo muchas preguntas que hacer y quisiera abordarlas separadamente, voy a comenzar por el presidente del Consejo Escolar, preguntándole dos cuestiones en las que han incidido ya algunos grupos parlamentarios. En primer lugar, ¿por qué la Lomloe no ha pasado por el informe preceptivo del Consejo Escolar? Nos ha llamado mucho la atención. Queríamos saber si usted conoce las razones por las que el Gobierno no ha consensuado con la comunidad escolar esa desescalada, como han criticado muchas asociaciones, y entre ellas la propia Unión General de Trabajadores. Nosotros hemos denunciado, insisto en que algunos grupos también lo han mencionado, que durante la pandemia no han existido criterios homogéneos aplicables a todo el territorio nacional en multitud de cuestiones, ni el calendario de admisión, ni a la hora de garantizar el derecho de los padres a elegir el centro en el que escolarizar a sus hijos, ni tampoco ha habido una evaluación del impacto de la crisis en materia educativa. Se ha diseñado -nos parece erróneo y quisiera conocer su opinión- un sistema que consideramos injusto para las familias afectadas por el COVID y que se refiere a las becas. ¿No cree que es un error calcular las becas sobre los ingresos de las familias del año pasado cuando va a ser este año, efectivamente, cuando van a notar los efectos de la crisis? Como decía, para nosotros las becas son un instrumento esencial al servicio de la igualdad de oportunidades. No puedo dejar de recordar que en el 2011 se incrementaron notablemente, 1168 millones de euros, en el 2018 se destinaron 1500 millones de euros, en plena crisis, y entonces hago una pregunta, una reflexión, a ver si la podemos compartir, en el sentido de cómo vamos a ayudar a las familias del COVID si este gobierno no es capaz de aprobar un nuevo documento presupuestario.

Por lo que se refiere a la Educación Infantil, hay muchas cuestiones, y a ver si el compareciente nos puede aportar algo de luz. ¿Cómo se va a producir la vuelta al colegio de los niños entre 0 y 6 años? ¿Hay algún protocolo que deban seguir los responsables de los centros? ¿Cómo se va a garantizar el distanciamiento social? ¿Hay normas comunes sobre las medidas preventivas y de higiene? ¿Sabe si se ha hablado con los ayuntamientos, probablemente muchos de ellos titulares de este tipo de escuelas, sobre todo las de 0 a 3 años? ¿En qué condiciones se van a prestar los servicios de comedor y transporte? ¿No cree que hemos dejado pasar una oportunidad única para crear una EBAU única en el conjunto del Estado, que daría la seguridad a los alumnos de Bachiller, que dentro de nada se van a examinar y que están pasándolo mal? Finalmente, antes de pasar a referirme al presidente del Consejo de Rectores, ¿cree usted que cuando se produzca la vuelta al cole debería someterse a test masivos a los niños, al personal docente y a todos los trabajadores de los centros escolares y que esa medida debería aplicarse en todo el territorio del Estado?

Al presidente del Consejo de Rectores, en primer lugar, permítame expresarle en nombre del Grupo Parlamentario Popular nuestras más sentidas condolencias por su reciente pérdida, y, en segundo lugar, darle las gracias y pedirle que transmita a todos los rectores de las universidades españolas nuestro agradecimiento, porque desde el primer momento las universidades españolas, desde que comenzó esta pandemia, estuvieron a la altura, poniendo todos los recursos de que disponían al servicio de este país. Ustedes representan el 70 % de la investigación, tienen cerca de 300 laboratorios, 300 expertos en atención del COVID-19, que han puesto a disposición del Estado español, y han fabricado pantallas, mascarillas, respiradores, en fin, han hecho todo lo que han podido. Y también le pido que transmita mi público reconocimiento y agradecimiento por la labor de los docentes y de todo el personal, que ha permitido mantener que nuestros chavales, nuestros hijos, pudieran seguir formándose.

Como primera pregunta, ¿cuáles son las razones por las que cree que el Ministerio decidió no recurrir a los 300 laboratorios que, efectivamente, ustedes tienen en marcha y que solo acreditaran veinticuatro de ellos? ¿No cree que no solo hemos dejado de aprovechar una oportunidad para luchar contra el COVID-19, sino también para enganchar el sistema de investigación universitario español en un marco en el que se están produciendo intensos intercambios entre lo público y lo privado y entre diferentes países? Lo pregunto después de ver la tristeza de laboratorios cerrados y declaraciones de algunos científicos, como usted decía, encerrados en sus casas, por no ser considerados, como los políticos, personas esenciales.

También consideramos que el Ministerio no ha aportado nada a la hora de combatir la brecha digital de profesionales y alumnos. Coincido con usted en que hace falta una nueva regulación, no hay criterios homogéneos sobre cómo se debe afrontar el nuevo curso. Y en este punto le pediría al compareciente que detallara cuál es su opinión acerca de cómo debe abordarse ese proceso de vuelta a las aulas.

Una cuestión que sé que les preocupa, que tiene que ver con el anuncio del Gobierno de bajar las tasas universitarias. Debo preguntarle cuáles son los mecanismos que ha previsto el Gobierno, si es que ha previsto algunos, para compensar la pérdida de ingresos anunciados por esta bajada de tasas.

María Luz Martínez Seijo (GP Socialista)

Buenas tardes y bienvenidos, señor Roca, señor Gómez. Es un auténtico placer contar esta tarde con la educación española en el Congreso, que, al mismo tiempo, es su casa. Para nosotros es esencial que el sistema educativo y el sistema universitario tuviesen presencia en una Comisión tan importante como la que va a trabajar sobre la reconstrucción económica y social de nuestro país. En este sentido, desde luego, no podría entenderse el trabajo de esta Comisión sin la presencia de la educación y la universidad, que constituyen la formación y los pilares básicos de nuestro futuro y el de nuestra sociedad. Así que, si algo tiene sentido es su presencia esta tarde aquí.

Señor Roca, señor Gómez, querría empezar por trasladar la felicitación a ambos sistemas, al sistema educativo escolar y al sistema universitario, por el enorme esfuerzo que se ha realizado en estos casi tres meses tanto por docentes como por familias y el alumnado, de los que se ha hablado poco, pero son nuestro motor, la centralidad de ambos sistemas. Han hecho un excelente trabajo, que no ha sido fácil en ningún caso, puesto que, como bien han comentado, se ha tenido que pasar en cuestión de días, incluso de horas del paradigma de enseñanza presencial a una enseñanza no presencial, y, evidentemente, se ha demostrado que no se estaba completamente preparado, que faltaban recursos en el sistema educativo escolar, pero también en el sistema universitario. Somos conscientes de que las plataformas, tanto las educativas como las universitarias no han podido funcionar al cien por cien y ha faltado formación por parte del profesorado, que podía contar con formación inicial para una enseñanza a distancia, pero no como única forma. En este sentido, empiezo preguntándoles a ambos si consideran que para el curso que viene sería interesante y útil desarrollar un plan de formación global y potente para el profesorado de ambos sistemas.

Señor Roca, nos ha dejado una radiografía preocupante del sistema educativo. Somos muy conscientes de que España es campeona en repetición, y en ese sentido creo que se ha venido trabajando y se trabaja de manera muy decidida en el proyecto de ley de la Lomloe, que, como bien conoce, ya ha sido registrado en el Congreso y se encuentra en trámite de presentación de enmiendas. Es una de las condiciones que se quiere corregir por parte de este Grupo Parlamentario, porque somos plenamente conocedores de que un porcentaje tan elevado de repetición no lleva a mayor éxito escolar ni a continuidad en los estudios; por el contrario, la mayoría de los alumnos que repiten acaban fracasando y abandonando el sistema educativo. Estamos plenamente de acuerdo con usted en que lo que hay que hacer es flexibilizar el sistema, tener muchas más pasarelas para fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida y que todos nuestros jóvenes tengan oportunidades para poder reengancharse al sistema educativo en distintos momentos de su vida. Por eso, vemos con muy buenos ojos esa iniciativa que proponen desde el Consejo Escolar del Estado, una certificación en competencias, porque no tiene ningún sentido que jóvenes que han estado escolarizados durante más de trece años en la educación obligatoria acaben sin ningún tipo de papel, título ni certificación, como si no hubiesen pasado en su vida por el sistema educativo. Es algo que no sucede en otros países, que no tiene ningún sentido y, desde luego, cierra las puertas a su futuro educativo y profesional.

Nos preocupa mucho lo que vemos en estos tiempos, una brecha educativa, en parte causada también por una brecha social y a la que se ha añadido otra brecha digital. Cerca del 14 % de los alumnos no tienen recursos informáticos, y nos preocupa de manera importante qué va a ser de ellos en el futuro. ¿Consideran que a lo largo de este verano se debería realizar algún programa de refuerzo educativo, también algún tipo de programa de refuerzo digital pensando en el curso que viene, incluso en referencia a la preparación del curso próximo en el sistema universitario?

También nos preocupa que esta crisis social producida por la pandemia haya incrementado la falta de igualdad de oportunidades o la inequidad en el sistema. Entendemos que un potente conjunto de ayudas y becas al estudio puede contrarrestar los efectos, y en este sentido les pido la valoración sobre el incremento del 22 % que se ha anunciado por el Gobierno para el sistema de becas en el curso que viene. Esta pregunta es para ambos.

Respecto al sistema universitario, no puedo estar más de acuerdo con el análisis que usted ha hecho. Desde luego, para nosotros, el pilar fundamental de desarrollo en nuestro país tiene que venir centrado en la sociedad del conocimiento, en inversión en ciencia e investigación. Creo que han hecho un excelente trabajo, y a lo largo de toda esta crisis lo han demostrado. Han estado investigando para combatir la enfermedad y para hacer diseños, incluso con los PCR que se han hecho y se han puesto, de manera altruista, al servicio de la sociedad. Les animo en este sentido. Y finalizaría con una última pregunta relacionada con el sistema universitario. ¿Qué ha aprendido el sistema universitario de esta fase, especialmente en referencia al alumnado de cara al futuro? Muchas gracias a los dos.

Respuestas

Muchas gracias, presidente. Muchas gracias, señorías, por todas sus consideraciones y cuestiones. Voy a intentar resolver las que me siento capaz, las que puedo y tengo información, las que nos pueden competir como Consejo Escolar. Entenderán que trato de hablar, evidentemente, como presidente del Consejo, un órgano colegiado que representa a toda la comunidad educativa. Todo lo que aprobamos lo hacemos mediante el máximo consenso posible, desde luego por mayoría simple todo lo que dictaminamos con respecto a las normas, si bien en este proceso de propuestas que hemos emprendido este año precisamente para hacer frente a la pandemia hemos buscado un sistema muy mayoritario, de modo que las propuestas que estamos haciendo gozan de un amplio consenso entre los consejeros de la comisión permanente, que se acerca a los dos tercios. Por tanto, me remito a eso, no a mi modesta opinión personal, que no tiene interés, solo si soy capaz de traer la de los consejeros. Por otra parte, trataré de responder con cierta brevedad. Seguro que me dejo cosas, y lo siento si es así, aunque he procurado apuntarlo todo.

Con respecto a la primera pregunta que creo que se ha formulado por parte del PNV, me ha señalado que, efectivamente, el País Vasco tiene solo un 7 % de abandono, una cifra francamente positiva en España. El abandono promedio español se compone desde ese mínimo del 7 %, como sucede en el País Vasco, hasta un casi 25 % en algunas comunidades, incluso más en las ciudades. Este porcentaje es muy variado en España y las razones son muy complejas, aunque es verdad que también las medidas son diferentes. Así que hay que valorar el esfuerzo que muchas comunidades hacen, con un marco normativo general bastante común o muy común, pero con un desarrollo educativo que atiende a muchas particularidades de territorios. Por tanto, hay que agradecer esos esfuerzos y esos éxitos, que son del sistema educativo en su conjunto, en algunos casos éxitos muy notables, como este que mencionamos, si bien otros no lo son tanto.

No es el mejor indicador -seguro- de la inversión en educación el PIB, es el más grueso, es decir, el porcentaje de gasto con respecto al PIB es el indicador más general, el primero. Igual que durante muchísimos años en el siglo pasado se utilizó en educación como casi el único indicador la alfabetización y poco más, es verdad que la inversión con respecto al PIB mide relativamente, nos permite comparar relativamente con otros esfuerzos y con la riqueza de otros países ese dato, pero es un indicador muy poco fino. Hay otros -solo económicos-, como, por ejemplo, inversión por alumno o en relación con el gasto general público en el país, el gasto general de la actividad pública, aparte del privado, en educación, y otros similares, pero, sobre todo, creo que hay indicadores complementarios del esfuerzo en educación. Hay que gastar más dinero, pero llevo oyendo, llevamos oyendo durante muchos años en el seno de la OCDE, donde he tenido oportunidad de participar durante muchos años en sus discusiones, que hay que invertir bien. Cuando el nivel de gasto es pequeño -con respecto al PIB, nos da una idea que en los años setenta u ochenta en España teníamos un 1,7 % y ahora llegamos casi al 5 %- y las necesidades son tantas, es necesario aumentar este parámetro de manera drástica. Cuando se alcanza un determinado nivel es fundamental invertir bien. ¿Y en qué consiste invertir bien? Consiste en poner el esfuerzo allí donde más falta hace. Les voy a poner un ejemplo, sobre el que no coincidimos muchas veces con algunos compañeros profesores ni representantes de los sindicatos. No se trata, en general, desde mi punto de vista, por ejemplo, de bajar las ratios, sino de mejorar la relación profesor-alumno siempre que el alumno, el grupo de alumnos o el alumno individual, tenga una necesidad. Hay que conseguir que haya una dotación suficiente de profesores para todos los alumnos que lo necesitan, y lo necesitan los alumnos excelentes, los alumnos medios y los alumnos más desfavorecidos. Cada uno necesita un tipo de profesorado, una atención determinada, y debe haber flexibilidad en la organización del centro de educación para poder destinar ese profesorado a cubrir aquella necesidad, para atender de verdad a la diversidad del alumnado que tenemos, que es mucha. Por tanto, hay otros indicadores, y muchos. Como saben, la OCDE tiene un paquete de indicadores tremendo en educación, y muchos de ellos tienen que ver con la rentabilidad de la educación, la rentabilidad de los sistemas educativos, lo que cobran los funcionarios, lo que cobran los que se titulan, etcétera, o sea, hay muchos indicadores que permiten esta visualización. Pero es cierto que en España hemos perdido, prácticamente, un punto porcentual, 0,9 puntos, 9000 o 10 000 millones en inversión en educación con respecto al PIB en esta década, que hay que recuperar, si me permiten, con la misma rapidez con la que el coronavirus nos ha afectado, con la misma. Y, seguramente, con la oportunidad del dinero que, afortunadamente, la Unión Europea va a destinar a la ayuda y a la recuperación, quizá este esfuerzo sea posible. Muy gruesamente, igual no es fino lo que digo, calculo que si dedicáramos el 5 % del dinero que va a venir de apoyo desde Europa a la educación, estaríamos hablando de unos 7000, 7500 millones, cifra que se acerca mucho a ese casi 0,8 % que nos falta con respecto al PIB. Si conseguimos poner ese dinero en la educación y lo destinamos donde se debe, y en muchos sitios me han hecho preguntas sobre el principio de curso, estoy seguro de que podemos dar un impulso muy importante y muy decisivo y transformar una crisis tan dramática, tan dura en vidas y en salud, en una oportunidad de mejorar también nuestra salida y nuestras respuestas en educación. Creo que ahí podemos encontrar una buena oportunidad.

Me han preguntado el portavoz de Ciudadanos -discúlpenme, no recuerdo los nombres, no he anotado todos- dos cuestiones. ¿Cuántas veces nos pregunta el Gobierno? Con frecuencia. Este curso, a pesar de la pandemia y de que hemos sido recluidos, llevamos hechos nueve dictámenes sobre determinadas normas que nos ha mandado el Gobierno. Tenemos un promedio al año de unos 20 o 25, o sea, que, prácticamente, hemos llevado el mismo ritmo de trabajo que otros años. Hemos recibido, en total, ya digo, nueve normas que hemos informado, sobre formación profesional, por ejemplo, y la última ha sido sobre becas, que todavía estamos informando. El próximo martes precisamente tendremos el dictamen del proyecto del real decreto por el que se regulan las becas para este curso que nos ha mandado el Ministerio, y estamos en pleno trámite.

Claro que nos consultan. Tenemos un papel asesor. Naturalmente, eso significa que el Gobierno escucha nuestras propuestas y toma en consideración aquellas que considera oportunas. Y luego da cuentas de por qué unas cosas se aceptan y otras no, etcétera. En general, creo que sí se nos escucha. En particular, con respecto a la pandemia, hicimos dos propuestas y tenemos en camino una tercera; en realidad, hemos hecho tres, una fue muy pequeña y muy inicial, luego hemos hecho dos un poco más amplias y vamos a preparar la última, en la que baso buena parte de lo que digo, para el 16 de junio. Creo que la orden de final de curso que elaboró el Gobierno, lo decía en su preámbulo, ha recogido buena parte de lo que el Consejo Escolar planteó, naturalmente con las matizaciones correspondientes; no digo que haya trasladado nuestra propuesta a la orden, pero sí se ha recogido lo fundamental, y entendemos que hay sensibilidad. En este sentido estamos satisfechos, porque creemos que estamos en sintonía con los problemas que se han detectado, los problemas que ha sufrido todo el profesorado y todas las comunidades, a los que, naturalmente, hay que dar respuesta. Dado que -aprovecho para contestar alguna pregunta al respecto- la responsabilidad de la gestión educativa está completamente transferida, naturalmente desde el Gobierno se puede tratar de armonizar a través de la Conferencia Sectorial de Educación y la normativa básica las medidas ante una situación tan extraordinaria en alguna dirección. Pero, inevitablemente, la responsabilidad de esa gestión directa a final de curso corresponde a las comunidades autónomas, y lo reivindican así; está en su competencia, y esa competencia no la han perdido. Y la normativa que puede modificar en sentido profundo el paso de curso, la titulación y tantas cosas tiene que ver con la ley que precisamente está en fase de tramitación. Por tanto, la orden creo que sí ha recogido lo que proponíamos como medida de choque. Me quedo solo con una de las cosas que proponíamos que ha recogido la orden y que creo que va a ser bien interpretada por nuestro profesorado: que ningún alumno se quede atrás. Por cierto, esta es una propuesta de hace veinticinco o treinta años de todos los sistemas educativos. Y nosotros la hemos hecho por primera vez en serio cuando hemos padecido esta pandemia: que ningún alumno se quede atrás por culpa de la pandemia. Yo diría que ningún alumno se quede atrás nunca. El mensaje de un Gobierno nada sospechoso de izquierda peligrosa como el del señor Bush padre en Estados Unidos en 1998, el mensaje fundamental, el lema en la educación fue este, no child left behind, que ningún alumno se quede atrás. Esto lo ha propuesto ahora el Consejo, creo que el Gobierno lo ha trasladado en su orden y, naturalmente, tiene que dar la capacidad de gestión de ese principio, de ese planteamiento a las comunidades y, sobre todo, al profesorado. Al final es el profesorado el que en las juntas de evaluación toma las decisiones acerca de qué calificaciones tienen, cuántos alumnos aprueban, etcétera. En definitiva, si la recomendación ha sido positiva, en ese sentido sentimos que el Consejo ha sido útil, que ha aportado y que el Gobierno ha sido sensible a la comunidad educativa. Naturalmente, ha introducido otros muchos detalles, en los que nosotros no entramos, porque son de pura normativa, sobre cómo se traslada en norma alguno de esos principios.

Y para preparar el curso, sé que la ministra se ha reunido con Sanidad y que hay reuniones también con las comunidades autónomas. Si me permiten, tengo una transparencia de este martes pasado en una reunión internacional que hubo entre la Asociación internacional de profesores y la OCDE, a la que también fueron invitados todos los ministros de educación y algunos representantes de la comunidad educativa, y yo tuve la fortuna de asistir. Me quedo con la transparencia que presentó la Asociación internacional del profesorado que recogía las guías de la Organización Mundial de la Salud para reabrir las instituciones educativas el próximo curso. Y me parece muy importante porque están en sintonía con las líneas fundamentales que tenemos que mantener. Todas las medidas requieren esfuerzo de todo tipo, dinero, etcétera, pero fíjense hasta qué punto coinciden con la inquietud que hemos manifestado nosotros y creo que sus señorías. Primero, compromiso con un diálogo social y político -dice la Organización Mundial de la Salud- para reabrir las escuelas -primero un compromiso, el diálogo entre los responsables políticos y sociales, asegurar la salud y la seguridad de las comunidades educativas-; segundo punto, hacer de la equidad una prioridad fundamental, colocar la equidad arriba, es decir, la igualdad de oportunidades para todos los alumnos -siempre que se habla de equidad internacionalmente, aquí también, nos estamos refiriendo a que todos los alumnos tengan la oportunidad de poder desarrollar al máximo sus capacidades, todos, los que más capacidades pueden desarrollar y los que menos, todos al máximo, ese es el esfuerzo y eso es la equidad-; también plantean como fundamental para este principio de curso apoyar física y emocionalmente el bienestar y la recuperación, y, finalmente, confiar, depositar confianza en la profesionalidad de nuestros educadores. En este punto me permito hacer referencia a lo que decía alguno de los autores griegos, no recuerdo quién exactamente: Nuestros héroes son fuertes no por ser héroes, sino porque en ellos confiamos. Nuestro sistema educativo será bueno si en él confiamos y, naturalmente, lo apoyamos. Además, coincide, como ven, con este planteamiento internacional.

El señor Baldoví preguntaba si una causa de que la educación no esté bien es que nuestra inversión pública haya disminuido. Seguramente. Ha habido cosas que no se han podido atender adecuadamente, ni formar suficientemente bien a todo el profesorado, ni atender a todas las necesidades de escolarización, que en muchos casos ha sido acuciante; por zonas, sobraba algún puesto escolar aquí porque no había demanda, pero allí faltaba, y no ha habido capacidad suficiente para responder. Es decir, la inversión seguro que ha tenido que ver con parte de nuestros males, y yo apuesto, como ya he dicho, por un incremento drástico y decisivo en nuestro nivel de inversión, por una recuperación fundamental como principio primero. Pero decía que esto no es suficiente. Estoy convencido que nuestro profesorado ha trabajado bien, pero tenemos una estructura educativa en nuestro país que se ha basado mucho más en la selección que en la preparación, y así seleccionamos a los niños desde infantil, no les dejamos pasar curso porque no han alcanzado un determinado nivel. Es una antiquísima tradición, que viene de la Baja Edad Media. Había una educación general muy limitada, de unos pocos años, se trataba de alfabetizar un poco a los más jóvenes, y luego la preparación que iba conduciendo a partir de los ocho o diez años hacia los estudios superiores, y esa tradición…Solo quería decir que seleccionamos a los alumnos, y que seguramente al acabar la Secundaria Obligatoria o el Bachillerato hay que orientarles en distintas vías, a unos estudios superiores u otros, hay que orientarles, pero todos han de tener la oportunidad, que no es poner barreras o selecciones.

Avanzo un poquito más deprisa. Prestigiar al profesorado, desde luego, es fundamental, como he dicho ya en varias ocasiones.

El portavoz de Más País ha realizado dos preguntas, que intento responder muy rápidamente. ¿Cuántas fortalezas teníamos antes del coronavirus? Teníamos algunas, pero no las suficientes, no las tenemos, y por eso necesitamos mejorar nuestros sistemas informáticos y lograr que todos los alumnos tengan el material necesario para poder asistir a las clases online. Y ¿qué relación hay, en cuanto a la vulnerabilidad, entre lo que ocurre en Educación Infantil, Primaria y Secundaria y la universidad? Creo que hay una relación importante, porque normalmente los alumnos de los sectores más desfavorecidos que llegan a la universidad, que son muchos y muy importantes, lo hacen gracias a auténticas cualidades personales y apoyo de su entorno familiar, aunque sea modesto. En el caso de Infantil y Primaria, la situación de desventaja económica y social es muy difícil de solucionar solo en el sistema educativo, y, por tanto, es muy importante hacer esfuerzos.

Creo que era Junts per Catalunya el que me preguntaba cómo ha casado el confinamiento con la socialización. Mal, evidentemente, sobre todo cuanto más pequeños son los niños. El 80 % del tiempo de la vida académica de un niño de Infantil o en los primeros años de Primaria transcurre junto con sus compañeros y su profesor, de modo que ha casado mal. Pero creo que han trabajado de manera excepcional los maestros y sus alumnos.

¿El teletrabajo ha llegado para quedarse? Sí, creo que sí, y para siempre, y ojalá que para bien, es decir, que lo aprovechemos bien.

Esquerra ha hablado de distintas cuestiones, y me quedo con una pregunta: qué medidas básicas tomar para el próximo curso. Señalaba estas de la Organización Mundial de la Salud, que son las que hemos planteado en el estudio. Todo lo que al final de este curso no se haya consolidado bien -me refiero a aprendizajes-, porque no haya sido posible, hay que garantizar que se recupera al comienzo del próximo curso. Es perfectamente posible reorganizar, replanificar y, naturalmente, hacer que los centros tengan todas las condiciones sanitarias, higiénicas, etcétera, precisas y que tengamos dinero. No hay ningún aprendizaje fundamental que se haya perdido que no pueda ser recuperado, porque es reiterativo el aprendizaje, sobre todo en Primaria y en una parte de Secundaria.

Valoro muy bien la intervención de Podemos y la agradezco, coincidimos en muchos planteamientos. No he tomado ninguna pregunta en concreto, y no sé si voy respondiendo a todos los planteamientos.

Con respecto a VOX, ha hecho algunas valoraciones -no entro en ellas- sobre principios ideológicos, el adoctrinamiento, etcétera, que creo que no me corresponde responder. Creo que la profesionalidad de nuestros profesores es, sinceramente, excelente, y los profesores son los que educan, no los responsables políticos de los que dependen, sean autonómicos o estatales. Nuestros profesores, con unos Gobiernos u otros, creo que hacen su trabajo, desde el punto de vista del planteamiento ideológico, de acuerdo con sus conocimientos, y no creo que eso esté afectando, en general. Ha citado usted dos casos concretos en Cataluña o Valencia, pero la verdad es que no tengo reflexión conjunta del Consejo para contestarle. Creo que sí, el profesorado trabaja bien.

¿Qué medidas vamos a adoptar en el Consejo para que los alumnos no pierdan curso? Ya lo hemos comentado. El día 16 de junio vamos a hacer unas propuestas que, si le parece bien, señor presidente, se las hago llegar, evidentemente una vez que las hayamos enviado al Ministerio, a las autoridades, como final de respuesta a esta comparecencia.

Respondiendo al portavoz del Grupo Popular, había dos o tres preguntas que me afectaban sobre todo, una de ellas sobre la tramitación de la Lomce. El texto que está hoy en el Parlamento fue dictaminado por el Pleno del Consejo de enero del 2019, y, como el texto es el mismo, entendemos que sí, que fue dictaminado y nuestro dictamen fue conocido por el Ministerio y, naturalmente, tomado en consideración, porque hicimos ciento y pico propuestas, de las cuales -no recuerdo ahora la cifra- cerca de las tres cuartas partes fueron incluidas en el planteamiento que finalmente llegó al Parlamento. Por tanto, creo que sí se ha considerado lo que el Consejo Escolar aportó, y, ya digo, aportado siempre por mayorías, o sea, allí las cuestiones más políticas e ideológicas, no.

El resto de las preguntas, salvo la de Infantil, creo que ya las he comentado. En Infantil hay protocolos que creo que deben definirse con Sanidad, protocolos que deben garantizar que los alumnos puedan llevar a cabo el aprendizaje presencial en la medida que se pueda y con la máxima seguridad y protocolos que permitan complementar con ese aprendizaje digital cuando no sea posible el presencial o en los aspectos que resulte oportuno. Esos protocolos los está discutiendo la Conferencia Sectorial de Educación con el ministerio en cuanto a qué medidas concretas y creo que van en la buena dirección, siguiendo también las normas de salud.

Muchas gracias.

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